"Tratamos de sobrevivir para que la Güemes siga"

La directora del sanatorio, Leticia Badel, se refirió a la compleja situación financiera que atraviesa el principal centro de salud privado del distrito. Reconoció que hace 15 días dejó de funcionar el sector de Hemodinamia, que ahora buscan tercerizar ante la imposibilidad de sostener el servicio.

Desde hace dos semanas, la Clínica Güemes ya no cuenta con el servicio de Hemodinamia, subespecialidad de Cardiología que se encarga del estudio anatómico funcional del corazón. Esta se especializa en el estudio del movimiento o dinámica de la sangre dentro de los vasos sanguíneos de las arterias y venas del organismo. ¿Qué implica esto? Que un paciente que llega al sanatorio con un infarto agudo no puede ser intervenido quirúrgicamente para colocarle un catéter o un stend.

Desde la Dirección de la Güemes confirmaron a EL CIVISMO que el sector se encuentra cerrado desde el 23 de agosto y que trabajan para recuperarlo lo más pronto posible, aunque por el momento no hay fecha estimativa.

La directora del principal centro de salud de la ciudad, Leticia Badel, detalló que cuando iniciaron la gestión al frente del sanatorio tomaron la decisión de absorber el sector de hemodinamia que se encontraba tercerizado.

Sin embargo, a los pocos meses, el aparato denominado angiógrafo con el que se realizan los estudios se rompió y quedó obsoleto. “La idea era no cerrar la hemodinamia, no solo para mantener ese servicio para la población porque no tenemos otra hemodinamia cerquita y además porque obviamente es un servicio de alta complejidad que le da otras beneficios a la clínica. Entonces, en ese momento, realmente de desesperación por no tener presupuesto para ningún tipo de proyecto, continuamos con un equipo alquilado”, detalló Badel.

Durante todo el 2023, el sector continuó funcionando con ese aparato alquilado, “con esta intención de mantener  a toda costa el tema de la hemodinamia abierta”, reconoció la directora de la Güemes. Sin embargo, las limitaciones del equipo impedían aumentar la cantidad de pacientes o afrontar otro tipo de procedimientos. “No tuvimos un trabajo esperado”, agregó Badel. A eso se le sumaron los desproporcionados aumentos en los costos, entre ellos, el contraste, un tinte especial que se utiliza para detectar obstrucciones.

“La cantidad de estudios que se venían haciendo ya no alcanzaba para cubrir los gastos a fines del 2023. Intentamos presentar proyectos para conseguir un financiamiento y fue imposible. Entonces, no dio más, no pudimos sostener más como propio el servicio”, explicó Badel. Por eso, ahora están realizando el proceso inverso: “Buscando fondos y el equipo de profesionales ideal para que pueda venir a tercerizar nuevamente el servicio para poder volverlo a abrir. Es decir, la Clínica hoy no puede solventar hemodinamia por sí misma”.

El personal de ese sector fue reubicado en otras áreas del sanatorio, que espera tener una definición en el transcurso del mes.

En un contexto similar se encuentra el servicio de Laboratorio de la Güemes, aunque en este caso la Clínica inició un proceso de absorción con el objetivo de generar un nuevo ingreso económico. Por eso, a fines de septiembre dejará de brindar la prestación el Laboratorio Sparapani, que llevaba 30 años allí. “Fue un acuerdo sin ningún conflicto en el mismo sentido que te decía antes, lo ideal es administrar una gestión para que la clínica tenga sus propios ingresos”.

“Creemos que el camino es tratar de que Clínica tenga sus propios servicios. Y el Laboratorio no insume una gran inversión, porque se puede hacer a través de leasing. Entonces las máquinas se pueden adquirir en comodato, hay un montón de proveedores y es diferente al angiógrafo que requiere una inversión inicial de 600 mil dólares”, explicó Badel.

UN AÑO DIFICIL

Badel reconoció que “ya desde el año pasado, con todo el equipo interdisciplinario de contadores, abogados, directorio, sabíamos que el 2024 iba a ser más complejo que el 2023. El sistema de salud está quebrado, no es que somos nosotros. Realmente este 2024 es un contra la corriente de tratar de sobrevivir para que la Clínica Güemes pueda continuar abierta”.

Además, sostuvo que “si los financiadores nos pagaran todo lo que se trabaja en, no te digo 30 días, 45 días, la clínica sería otra”. Sin embargo, la mayoría de los pagos se dilatan a 90 días y, en algunos casos, a 120 días. “Es muy complejo el sistema. Los insumos no bajaron, pero no se siguieron disparando. Pero la nómina de empleados también continuó siendo casi la misma. No hemos despedido personal”, explicó Badel

A eso se le suma que la recaudación cayó producto de que la ocupación de camas, en promedio, se ubica “abajo del 50 por ciento. La clínica no puede sobrevivir solamente con la ocupación de camas. Y eso generó muchos problemas”.

Esta “compleja situación financiera” en la que se encuentra la Clínica se sintetiza en varios factores, según su directora: precios disparados, financiadores que pagan a cualquier tiempo, misma nómina de trabajadores, baja ocupación de camas y caída de la recaudación.

“La ocupación que hoy la clínica tendría que tener para no generar ningún tipo de atraso, poder realizar presupuestos, poder pensar en un montón de mejoras edilicias que hay que hacer, en equipamiento y todo, debería estar mensual permanente en 70%. Y no es un problema puntual solo de la Clínica, pasa en todos lados, porque mucha gente perdió la obra social o no tienen para pagar las diferencias que cobran los médicos. Y la gente termina haciendo lo urgente”, expuso.

Para dar un ejemplo, detalló que la natalidad cayó abruptamente: “Nosotros teníamos 100 partos por mes y estamos teniendo 50”.

Salarios

La cuestión salarial de los trabajadores se fue regularizando durante el transcurso del año, después de un inicio convulsionado con un paro por tiempo indeterminado. La semana pasada se terminaron de abonar los salarios correspondientes a julio, mientras que el aguinaldo se efectivizó en dos cuotas, además de las paritarias y bonos atrasados.

“El problema grande que tenemos es que IOMA -el mayor prestador- no está cumpliendo con las fechas estimadas, entonces a veces se atrasa para tener todo al día”, explicó.