Especialistas afirman que faltan stents o sustancias de contraste que se utilizan para la realización de angioplastias y otros estudios médicos por cateterismo.
La escasez de insumos médicos se ha convertido en los últimos meses en un problema grave que afecta a diversas especialidades del sistema de salud y que “pone en riesgo la calidad de la atención de los pacientes, especialmente de aquellos casos con riesgo de vida”, según señalaron desde Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI).
En un comunicado, los especialistas reiteraron su preocupación por “la falta de insumos médicos esenciales, el aumento indiscriminado de los costos de estos insumos a causa de las restricciones en la importación y los bajos honorarios que se les reconocen a los médicos en relación con su responsabilidad, preparación y conocimientos adquiridos”.
“La situación, lejos de comenzar a solucionarse, se mantiene sin cambios. Las autoridades no demostraron haber escuchado el reclamo mayoritario de las diferentes sociedades médicas que representan a un sector que está gravemente afectado por una situación que pone en riesgo la calidad de la atención de los pacientes, especialmente de aquellos casos con riesgo de vida, como sucede con las enfermedades cardiovasculares”, afirmó Martín Cisneros, cardioangiólogo intervencionista, presidente del CACI.
Entre otros implementos de utilización frecuente en las prácticas médicas por cateterismo, escasean stents, que son los dispositivos que se utilizan en la angioplastia para sostener el flujo sanguíneo que se encontraba obstruido. También hay faltantes de distintos componentes como catéteres que se introducen en el interior de la arteria y material de contraste para guiar el procedimiento, entre otros.
“Está en crisis la atención de las urgencias, tanto sea por infartos coronarios u otras condiciones cardiológicas y cerebrovasculares. Los especialistas, en lugar de concentrarnos en la realización del procedimiento, tenemos que estar pendientes de conseguir los insumos mínimos necesarios para su realización y, muchas veces, trabajar en condiciones muy precarias”, sostuvo Juan José Fernández, también cardioangiólogo intervencionista, vicepresidente del CACI.
En opinión Alejandro Palacios, ex presidente del CACI, toda esta situación grafica claramente que la salud no es una prioridad en nuestro país. La medicina está desatendida, y no por los propios médicos, que hacemos esfuerzos sobrehumanos -muchas veces trabajando sin los recursos mínimos necesarios- sino por el propio sistema y por las autoridades que deben velar por brindar un servicio de calidad a la población. “En gran medida, es por eso que muchos profesionales emigran al exterior o viajan a hacer guardias y prácticas a los países vecinos, recibiendo retribuciones muy por encima de las que se ofrecen en la Argentina”, destacó.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la Argentina y en el mundo. Según el último reporte de Estadísticas Vitales de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación, en 2021 se registraron en nuestro país 107.403 fallecimientos por las enfermedades del sistema circulatorio, entre las que se incluyen las hipertensivas, isquémicas del corazón, insuficiencia cardíaca, enfermedades cerebrovasculares, ateroesclerosis y demás enfermedades del corazón y del sistema circulatorio. En conjunto, este grupo de patologías relacionadas directamente con la salud cardiovascular representa 1 de cada 4 (26,1%) defunciones por causas conocidas en nuestro territorio.