La Asamblea organizó una charla debate sobre el uso de agrotóxicos
Ed.Impresa//Vecinos afectados por las fumigaciones compartieron sus testimonios. Además, se explicaron los alcances de esta problemática en Luján y cuáles son las ganancias de empresas como Monsanto.
La Asamblea de Vecinos y Organizaciones por el Medio Ambiente del Partido de Luján llevó adelante una charla debate en la Escuela Normal sobre el uso de agroquímicos, en la que distintos panelistas dieron su opinión en contra del uso de glifosato para fumigar los campos de soja.
Durante el evento se proyectaron cortos con relatos y testimonios en los que se pudieron ver los efectos que este herbicida provoca, no sólo en plantas y animales, sino también en personas y, especialmente, en niños recién nacidos, a quienes provoca malformaciones aún antes de nacer.
Nicolás Martínez y Leonardo Moreno, vecinos de Carlos Keen y Luján respectivamente, contaron sus experiencias en relación a la fumigación con glifosato. El primero, relató que debió permanecer tres días en reposo con asfixia luego de que un avión echara este agrotóxico encima de su casa. Por otro lado, Moreno compartió su experiencia como docente de una escuela rural de Exaltación de la Cruz. Según comentó, luego de haber sufrido fumigaciones que correspondían a los campos de soja cercanos y de generar conciencia en toda la institución educativa, logró, junto a los directivos y alumnos, que este tema dejara de ser “algo natural” en los pobladores de esa zona y comenzaran a informarse y actuar sobre esta problemática.
También habló Daniel Lansón, quien en los años 2008 y 2009 realizó un trabajo junto a Mauricio Miglioranza sobre el fenómeno de la deriva. De acuerdo con lo que explicó, “la deriva es el efecto que hace que el químico esparcido en el aire por sobre la planta traspase los límites del terreno”.
Más allá de compartir cómo habían realizado esta investigación, compartió los resultados que obtuvieron y los acompañó con imágenes de mapas de Luján. “Teniendo en cuenta la cosecha 2008-2009, si en todos los campos de Luján se hubiese fumigado con una avioneta a la tarde, prácticamente la totalidad del partido hubiese sido afectada, barrida por agroquímicos”, mencionó.
Por otro lado, aseguró que “solamente el 3 por ciento del territorio del partido de Luján está a más de tres mil metros y cuando se fumiga con una avioneta a la tarde, el plaguicida puede llegar hasta 10 mil metros. Mientras que si se hace con un mosquito y a la mañana, estamos hablando de entre 500 y 1000 metros”. Por estos motivos, consideró como “fundamental” que se siga adelante con los debates que se están llevando a cabo en el Concejo Deliberante. “Es un llamado de atención como para que pensemos en lo que tenemos y avancemos hacia un modelo diferente de desarrollo de Luján”, finalizó.
Por último, compartió sus conocimientos Carlos Vicente, ecologista de Marcos Paz y participante del II Congreso de Médicos de Pueblos Fumigados que se realizó en Rosario, quien habló sobre la soja transgénica, comercialmente llamada “rr”, resistente al glifosato, y a la utilización de este agroquímico.
Más allá de destacar los daños que produce en el suelo el monocultivo de soja, explicó que la clase “rr” tiene un menor rendimiento a la convencional. “Hoy día, esta soja transgénica cubre prácticamente el 100 por ciento de las 20 millones de hectáreas que se siembran en Argentina de soja y es propiedad de esta empresa Monsanto que hoy día controla el 90 por ciento de las semillas transgénicas a nivel mundial”.
Vicente manifestó que el negocio de Monsanto consiste en “vender el herbicida”, del que no sólo el glifosato es tóxico, sino también sus otros componentes. “Sin embargo, en la evaluación toxicológica que se hace del producto comercial solamente se considera la toxicidad del glifosato”, aseguró. Por último, explicó que a pesar de que desde Monsanto afirman que con su trabajo “alimentan al mundo”, en realidad, “estas corporaciones buscan controlar nuestra alimentación y convertir lo que era alimento en mercadería”.