Ed.Impresa//En busca de testimonios para su próximo libro acerca de experiencias valiosas llevadas a cabo por mujeres mayores, la escritora y fotógrafa documentalista Paola Gianturco recaló en nuestra ciudad para conocer, entrevistar y retratar a las Abuelas Leecuentos.
Paola Gianturco es una reconocida escritora y fotógrafa documentalista. Autora de cuatro libros, el tema que obsesiona a Gianturco es el lugar que ocupan las mujeres en las distintas sociedades donde viven y cómo su esfuerzo puede originar experiencias para transformarlas y mejorar su calidad de vida. El pasado martes, la fotógrafa llegó a Luján para conocer a quienes serán parte de su próximo trabajo editorial: las Abuelas Leecuentos. EL CIVISMO se acercó hasta la sala de reuniones de un café céntrico y compartió con las Abuelas parte de su encuentro con Gianturco.
BREVE HISTORIA
Expectantes y emocionadas, las abuelas hablaban acerca de la importancia del programa y del notable crecimiento que experimentó desde su creación. Dependiente de la Fundación Mempo Giardinelli, el Programa de Abuelas Leecuentos nació en las postrimerías del siglo pasado, en el año 1999, con la clara premisa "de llevar lecturas a quienes comienzan la vida, otorgándoles una oportunidad de acceder al libro y de ejercer su derecho a la lectura", tal como se afirma en su página digital. Su creador, el periodista y escritor Mempo Giardinelli, se inspiró en una experiencia que recogió en su paso por Alemania: mujeres de la denominada tercera edad leían en los hospitales públicos a los enfermos terminales. A partir de allí, Giardinelli y su fundación reciclaron la idea, la direccionaron hacia los niños y a partir del año 2001 replicaron el programa no sólo por todo el país -donde ya cuenta con más de 1500 voluntarias-, sino también en otras partes de nuestro continente: Chile, Colombia y México. A partir del 2006 llegó el reconocimiento oficial, integrando al programa a la Campaña Nacional de la Lectura y actuando en conjunto con el Ministerio de Educación de la Nación y PAMI. El programa se mantiene activo y en permanente crecimiento, y desde el año 2005 cuenta con un grupo en Luján integrado por unas quince abuelas, siempre listas para pasear su tarea por diversos lugares del distrito.
EL TRABAJO
Apenas impuntual, Gianturco llegó al café y se apresuró a disculparse por su retraso. No lo hizo sola, sino acompañada por una traductora y una camarógrafa que está capturando todo el proceso de trabajo de su futura obra. Sacó de su bolso los cuatro libros que precedieron al que está en curso y relató brevemente de qué trata cada uno. Las imágenes impactan y generan una sana envidia: mujeres de distintas partes del mundo retratadas en su medio con tiempo y premeditación. Gianturco comenzó a interesarse por la mujer como objeto de estudio en los lejanos años cincuenta, cuando ingresó a trabajar, siendo muy joven, en una agencia de publicidad femenina. "Comenzaron a atraerme los casos de mujeres activistas, mujeres que trabajan para solucionar problemas concretos y reales de las comunidades donde habitan", relató. Prueba de ello es que los cuatro libros mencionados están totalmente dedicados a la temática en cuestión, especialmente "Mujeres que iluminan la oscuridad", cuyo sugestivo título expresa claramente este enunciado. Sobre su relación con la fotografía, dijo "que existe desde que tengo uso de razón. Mi padre era radiólogo y cuando tenía apenas ocho años me regaló mi primera cámara". Gianturco desplegó un pequeño álbum y les mostró a las abuelas fotos de sus propios nietos, que correteaban en alguna soleada calle de California. Luego explicó los motivos que la trajeron a Luján. "Generalmente se considera a las personas mayores como seres en retirada, pero ellos poseen una fuerza y un poder determinantes para cambiar las cosas", afirmó. Ilustró con un par de ejemplos, refiriéndose a casos de la India, donde las mujeres mayores llevan adelante un programa de energía solar para proveer de luz a las aldeas que no cuentan con este servicio básico, y de Irlanda, donde en el "Día de la Abuela" las mujeres mayores transmiten a los más jóvenes las tradiciones gastronómicas de su país. También contó que en este libro habrá dos casos provenientes de Argentina: las Abuelas Leecuentos y las Abuelas de Plaza de Mayo.
Las abuelas lujanenses se llenaron de orgullo. Les dio una gran satisfacción saber que su labor despierta interés en otras partes del mundo. Sin prisa, cordialmente, comenzaron a contar su experiencia ante la atenta mirada de Gianturco. Las Abuelas Cuentacuentos traspasan nuestras fronteras y se suman a otras mujeres que, como ellas, trabajan para hacer de este mundo un lugar más habitable.