“Niño deja de joder con la pelota”
Ed.Impresa//En el barrio Elli, Los Pumas recibió la visita de El Trébol. En el encuentro correspondiente a la Categoría 2002 el triunfo correspondió al conjunto anfitrión por 1 a 0 con gol de Agustín Quiroga.
"A menudo los hijos se nos parecen y así nos dan la primera satisfacción, esos que se menean con nuestros gestos" dice en uno de sus párrafos una conocida canción de Joan Manuel Serrat, que tal vez se haya olvidado de incluir entre sus estrofas la ilusión de los padres en ver en su descendencia a un futuro Diego Armando, un Lionel o un Juan Sebastián. El domingo, en el barrio Elli, Los Pumas recibió la visita de El Trébol y la categoría elegida fue la 2002, conformada por chicos nacidos en ese año y también más chiquitos, la que se juega de manera promocional y lejos de la responsabilidad de ir tras los puntos buscando el título de campeón. Claro está que para los padres ubicados en las tribunas, esos primeros pasos de sus hijos detrás del cuero redondo son más importantes que la final de la Liga de Campeones o la Copa Libertadores de América. Para los chicos es la oportunidad de divertirse y la responsabilidad recae en los técnicos, quienes deben encarnar el difícil papel de seleccionar a ocho jugadores de entre diez, once o trece, ante el insistente reclamo de tres palabras: "Profe puedo entrar". Treinta minutos de juego parecen poco para las ganas de los chicos, aunque no hay que perder el sentido de estos partidos que son para simple diversión y con la idea de insertar a los pibes en el difícil mundo del fútbol.
En la Categoría 2002 todos juegan. El gordo, el flaco o el de los pies planos. La idea es divertirse y un fiel reflejo de eso lo da El Trébol, dado que quien lleva la camiseta número diez no es él sino ella. "¿Juega bien?", fue la pregunta de este cronista. "Lo importante es que se divierta" fue la respuesta.
LA MÁXIMA EMOCIÓN
Los primeros minutos fueron de mucha disputa en mitad del campo de juego. En ese sector comenzó a prevalecer el trabajo de Federico "Rulo" Senricueta y de Tomás Gómez, quienes no escatimaron esfuerzo a la hora de luchar por la posesión del balón. Con el correr de los minutos, Los Pumas profundizó dos jugadas de ataque que gracias a los buenos reflejos de Matías Manochio no terminaron en gol. En filas de la visita Yanet Marchiano intentó convertirse en la conductora de su equipo, aunque la defensa local con Alejo Betancort a la cabeza se mostró muy segura. El único gol de la tarde llegó luego de una habilitación en profundidad de Facundo Reinante para Agustín Quiroga que en veloz carrera enfrentó a Matías Manochio y ante el achique del arquero definió cruzado para poner el 1 a 0.
En tiempo adicionado al reglamentario Nahuel Altamirano se perdió el empate gracias a la rápida intervención de Sebastián Ruiz.
PARA CUALQUIERA DE LOS DOS
En el complemento, El Trébol adelantó sus líneas y cerca estuvo de conseguir la igualdad en los pies de Uriel Castillo. Los Pumas aprovechó el adelantamiento de su adversario y contó con varias chances de ampliar su ventaja, aunque en una inspirada tarde del uno visitante le negó esa posibilidad con notables tapadas a Ignacio Conde y Lucas Cáceres. En definitiva, un entretenido encuentro que cumplió con el objetivo de que los chicos se diviertan. Dirigió Alejandro Ronsoni de correcto desempeño.
MEJOR GOL
Agustín Quiroga (LP): en un veloz ataque dejó atrás a toda la defensa visitante y definió cruzado y lejos del alcance del arquero para darle a su equipo el triunfo.
LUCIANA AIMAR
Yanet Marchiano (ET): en un mundo pensado para nenes, ella se animó a dar el primer paso y no desentonó a la hora de correr detrás del balón.
FERNANDO MASCHERANO
Tomás Gómez (LP): un motorcito 4x4 en el círculo central. Hizo los relevos correctamente y se proyectó en ataque todas las veces que pudo.
HUGO ORLANDO GATTI
Matías Manochio (ET): al mejor estilo de los arqueros de antaño y ataviado con una bincha para la ocasión, terminó jugando de delantero cumpliendo muy bien la doble función.
BLA; BLA; BLA
Fabián Reinante (LP): el hombre condujo bien los hilos de su equipo. Un papá le cuestionó por qué no ponía a su hijo más tiempo si concurría a todas las prácticas de la semana. Sin perder la calma, siguió dirigiendo y su equipo consiguió un anecdótico triunfo.