“Siempre estoy queriendo hacer algo mejor”

En diciembre, en la calle Jorge Newbery, aquellos que gustan del arte o simplemente desean que la calle les ofrezca algo distinto, tuvieron la oportunidad de encontrarse con el estudio abierto, un oasis de pinturas entre la homogeneidad urbanística, un universo de retratos figurativos y perspectivas abstractas que se asemejan a paisajes oníricos, en algunos casos, mientras que otros representan la esencia inconfundible de la naturaleza.
No fue la primera vez ya que la iniciativa impulsada por Brambiya comenzó en 2014 y justamente, tal como indicaba la invitación, el artista local proponía abrir su estudio para que cualquier transeúnte pueda pasar y conocer su taller, pero más importante aún, contemplar gran parte de sus obras, muchas de ellas que por diversos motivos no habían sido incluidas en exposiciones.
"En una muestra  seleccionas 20 o 30 obras y se agota ahí. Acá la gente viene, rebusca y se encuentra obras de 20 años, teniendo en cuenta que gran parte del patrimonio fue vendido, sino no entraría todo en el taller", reconoce el experimentado pintor que comenzó su carrera hace 32 años, exponiendo innumerables veces en todas las instituciones culturales de nuestra ciudad. Muchas de los cuadros colgados en las casas de nuestra ciudad, posiblemente lleven su reconocida firma.
Un artista con vasta trayectoria no puede evitar comparar sus trabajos realizados a lo largo del tiempo pero en su caso, lo mejor está por venir: "Siempre estoy queriendo hacer algo mejor, entonces, año a año intento mejorar lo que hice. Por ahí veo cosas de hace 20 años atrás que me gustan tanto o más que lo último. Lógicamente, siempre estoy más entusiasmado con los últimos trabajos porque es lo más actual."
Algunos espectadores recorren el estudio con la vista centrada en alguna obra en particular que observan largos minutos, otros requisan más velozmente y tienen la libertad de mover las obras como cuando se busca un disco entre las góndolas. A diferencia de las exposiciones tradicionales, el estudio abierto cuenta con esa distendida capacidad para remover las obras y poder contemplarlas desde otras perspectivas más desarticuladas que rompen con el modelo clásico de muestra.
Con respecto a su forma de trabajo, Brambiya resalta que experimenta mucho con las técnicas mixtas: "intento que los materiales que uso se cristalicen en diversas superficies como madera, vidrio, aluminio o papel. Son desafíos que se van planteando en la creación: ver cómo reacciona el material y su base. Lo que hago es una especie de alquimia, de una búsqueda de materiales y de lo que puede aparecer. Dentro de esa búsqueda, mi espíritu me lleva, en parte, a ser figurativo o bien puedo iniciar una pintura abstracta y, si no me convence, volcarlo a lo figurativo."
En relación a cómo surgió esta posibilidad de abrir el estudio, mostrar todo el proceso artístico y el taller donde trabaja el artista, Brambiya comentó que la iniciativa nace a partir del deseo de exponer más obras de las que exhibía: "El año pasado hice tres muestras y tenía mucha obra para mostrar pero no había podido enmarcarlas por los costos, así que tenía mucho material para exponer. En relación a eso, habitualmente distintas personas me transmitían la inquietud de conocer mi taller, así que decidí, en base a esas dos cuestiones, abrir el taller para poder mostrar mi patrimonio artístico y también para que sea visitado por aquellos que tenían interés."
A veces, y sobre todo en estos tiempos que corren, es necesario volver a vincularnos de un modo más humano  y fraternal. Algo que en el pasado quizás era una práctica más habitual, hoy se ha convertido en algo más esporádico. Sin embargo, conocer el estudio  de un reconocido artista de nuestra ciudad, teniendo acceso a sus obras, es un verdadero privilegio que todos debemos ser capaces de poder disfrutar.