Abanderados del deporte lujanense

Miércoles//A lo largo de estos 100 años de vida de EL CIVISMO, cinco representantes de distintas disciplinas estuvieron en Juegos Olímpicos, la competencia madre del deporte. En este festejo, bien vale recordarlos.

Para cualquier deportista, ya sea amateur o de elite, representar a su país en una competencia internacional debe ser algo inigualable. Y, tal vez, el certamen de mayor envergadura en este sentido sean los Juegos Olímpicos. A lo largo de estos 100 años de EL CIVISMO, cinco lujanenses se ganaron un espacio especial por haberse transformado en los abanderados del deporte de nuestra ciudad.

PEDRO RENÉ SIMIONATO
Nació en Luján el 28 de marzo de 1938 y desde chico mostró su buen andar sobre la bicicleta. Con 22 años, fue designado por el Comité Olímpico Argentino para participar de los Juegos que se realizaron en Roma en 1960. Lo hizo en pista en la especialidad persecución.
Si bien no alcanzó el podio, Simionato -quien terminó luego por radicarse en los Estados Unidos- fue el primer representante olímpico de nuestra ciudad.

JORGE IMAZ
Su historia comenzó a escribirse en aguas del río Luján y en las márgenes del Club Náutico El Timón. Corría 1965, cuando con 15 años empezó a remar y fue observado por el entrenador Ricardo Deccan. Tras siete arduas temporadas de entrenamiento y competencia, a los 22 consiguió la clasificación para los Juegos Olímpicos de Alemania de 1972. Antes de eso se había coronado campeón argentino en la Laguna Sextubal en Santa Fe.
En esa época, Argentina tenía tres remeros notables en single: el "vasco" Demiddi, Ibarra e Imaz. Pero a Múnich solo podía ir un singlista y ese lugar fue de Demiddi. La Asociación Argentina de Remo decidió entonces que Imaz e Ibarra se acoplaran para participar en doble par. En la eliminatoria, en los primeros 1.000 metros de competencia la lucha por el primer lugar fue entre argentinos e ingleses, pero flaquearon las fuerzas y terminaron en el quinto lugar por delante de los canadienses. Participaron entonces del repechaje pero no lograron la clasificación.
De vuelta a Jáuregui y a pesar de contar con trabajo en Algodonera Flandria, decidió hacerse marino y comenzó a trabajar en ELMA (Empresa Línea Marítima Argentina), realizando viajes a Alemania y Holanda. En un viaje se produjo una fuga en la bodega del barco que transportaba aceite de lino y, aunque en ese momento llevaba agua, la mezcla con los restos del líquido mencionado se convirtió en una sustancia mortal para cinco miembros de la tripulación. Entre ellos, Jorge Imaz.

SILVIA BORGINI
En la misma olimpíada, se presentó otro lujanense: Silvia Borgini, paradójicamente también surgida del Club Náutico El Timón. Desde muy pequeña, sintió su apego a la natación y a representar a la institución en algunos de los torneos que se realizaban en la zona. La llegada del profesor Osvaldo Pescio fue fundamental. Fue en el estilo pecho donde la nadadora se sintió siempre más a gusto y conquistó sus mayores logros.
A principios de la década del 70, Borgini ya había conseguido un lugar entre las mejores nadadoras del país. El mayor anhelo de todo deportista se cumplió para en 1972, cuando fue convocada para competir en las Olimpíadas de Múnich. Si bien no tuvo una actuación destacada, haber sido elegida fue suficiente premio a mucho sacrificio y méritos propios. En 1976 y con 19 años, Silvia Borgini dejó la práctica activa de la natación.

MIGUEL CLAVERO
Nació el 4 de enero de 1978 y desde muy pequeño comenzó a tener una gran pasión por la bicicleta. Su primera victoria importante fue en 1985. Ese año, en la ciudad de Junín, consiguió el título a nivel nacional, logro que repitió en Santiago del Estero. Inició, de esa manera, una cadena de triunfos hasta sumar 30 títulos a nivel nacional. En su campaña internacional fue campeón Panamericano en Quito.
Con sólo 16 años integró el equipo argentino de mayores en el Sudamericano que se disputó en la ciudad de Valencia, Venezuela. Allí logró el título de pista en la modalidad Kilómetro con Partida Detenida y obtuvo, además, el cuarto puesto en la especialidad a la Australiana. En 1995 fue integrante del Seleccionado Argentino para los Juegos Panamericanos de Mar del Plata y también participó del Gran Prix Internacional en Trinidad y Tobago. En Europa se presentó en San Marino en el Campeonato Mundial Juvenil.
En 1996 participó en Colombia en la Copa del Mundo de Mayores y fue séptimo en el Kilómetro con Partida Detenida. En la misma especialidad logró el cuarto puesto en Cuba y fue séptimo en Milán. Integrando el equipo Olímpico Argentino, viajó a Venezuela y conquistó la medalla de plata. Pero a pesar de estos logros, en ese año  Clavero vivió la experiencia de mayor frustración: una desprolijidad del Comité Olímpico Argentino lo dejó afuera de las Olimpíadas de Atlanta y debió dejar la Villa Olímpica y regresar a nuestro país sin participar. En la madrugada del sábado 29 de noviembre de 1997 falleció en un accidente automovilístico.

PAOLA LÓPEZ
Si bien comenzó practicando atletismo de la mano del recordado Raúl Suárez, no fue con ese deporte que su nombre tomaría trascendencia nacional. La lujanense Paola Daniela López fue una de las integrantes de la delegación argentina de remo que representó al país en los Juegos Olímpicos de Sidney en el año 2000, en las denominadas primeras olimpíadas del nuevo siglo.
Su incursión en el remo se dio allá por el año 1998. Sus buenas actuaciones la llevaron a ser incluida en la Selección Nacional de Remo y, en la especialidad single, representó al país en el Mundial de Italia. En Sidney, la actuación de Paola López fue más que destacada. En las pruebas clasificatorias de la especialidad single remo scull, la remera lujanense consiguió el cuarto puesto. Con esa posición, participó del repechaje Serie 1 que clasificaba a las dos primeras para la siguiente semifinal. López fue tercera. En la clasificación final de las olimpíadas, terminó 15°.

Lujanense adoptado
Aunque se documento indicaba que había nacido el 2 de noviembre de 1948 en Vedia, el famoso boxeador Víctor Galíndez pasó más de la mitad de su vida recorriendo las calles de nuestra ciudad. Los más memoriosos lo asocian al barrio San Cayetano, en las calles Rivadavia y Alberdi junto a una familia de apellido Guzmán. En el rubro comercial, Galíndez tenía en Luján una zapatería.
Lujanense por adopción, en 1968 integró la delegación argentina que viajó a los Juegos Olímpicos de México, siendo derrotado en la primera ronda. Murió el 26 de octubre de 1980, a los 31 años, atropellado durante una competencia el día que debutaba como acompañante de Antonio Lizeviche en la carrera de TC que se realizó en 25 de Mayo.