EL CIVISMO, un siglo de noticias

Miércoles//El 3 de febrero de 1916 salió a la calle el primer número de EL CIVISMO, un periódico que se proponía difundir, desde la información “los principios de la Unión Cívica Radical”. Habrá eventos y actos para celebrar el centenario.

Según la presentación de aquel primer número del 3 de febrero de 1916, además de ser director de EL CIVISMO don Inocencio A. Pérez, la redacción era "anónima".
Caratulado como periódico bisemanal, se anunciaba en esa edición de cuatro páginas que aparecería los jueves y domingos, fijando su dirección y administración en San Martín 172.
Se ofrecía como "noticioso, comercial, político, social y de información general"; establecía que "sostiene los principios de la Unión Cívica Radical" y, además, informaba lo siguiente: "Tarifa de suscripción, por un mes, $1. Avisos de los pobres: GRATIS. Publicaciones de interés general, no se cobran. No se devuelven los originales, aunque no se publiquen. Toda denuncia, información, noticia y correspondencia en general, dirigirla a EL CIVISMO, Luján".
En su primera plana también llevaba impreso el editorial titulado "Primeras líneas", que resumía sus principios y credo inicial, en los siguientes términos: "Venimos a la lucha en un momento histórico, difícil, pero cuando más necesarios somos. La gran contienda cívica que se prepara (se refería a las elecciones presidenciales de 1916, las primeras que se realizarían bajo el sistema del voto secreto y obligatorio establecido por la Ley Sáenz Peña) exige de todos y de cada uno de los hijos y habitantes de esta tierra su esfuerzo para que la voluntad popular, la democracia triunfante ya, se consolide y se arraigue definitivamente en esta tierra argentina, admiración de propios y extraños…".
Ese sentimiento cívico, coincidente con el reclamo de un sector de la ciudadanía, quedó expresado también en las primeras ediciones con una advertencia a los ciudadanos colocada en la primera página y repetida en los sucesivos números: "Su libreta de enrolamiento es un documento legal para justificar su identidad y le sirve como documento electoral. Y por ningún motivo, bajo ningún concepto, usted está obligado a hacer entrega de ella a nadie. El que le quite su libreta comete un delito previsto y penado por nuestras leyes y usted debe denunciarlo directamente al juez federal en La Plata o presentarse al Comité Radical local o a la dirección de EL CIVISMO donde se le indicarán los trámites a seguir para recuperar su libreta".
En la segunda edición, del 6 de febrero, se reflejaban informaciones referidas a la localidad de Carlos Keen y se agregaba un titular que advertía sobre los "juegos prohibidos", como parte de un reclamo que se repetirá. A su vez, EL CIVISMO inauguraba una sección bautizada como "La voz del pueblo", pensada como un espacio en el cual los vecinos pudieran expresar sus reclamos. Inauguraban la sección con una carta titulada "Un gremio en desagracia", dirigida a la dirección del medio y firmada por "Un pobre cochero".

RECLAMOS
Sin ocultar severas críticas hacia el poder conservador local que coincidió con la aparición de este periódico, los primeros ejemplares reflejan distintas críticas vinculadas al abandono que mostraban diferentes sectores de la ciudad. En uno de los primeros casos se hacía referencia a la avenida España, cuyo estado era calificado de vergonzoso ya que "ni siquiera se cortan los yuyos que hacen de ella un potrero y un potrero sucio". En ediciones posteriores, la falta de mantenimiento del espacio público apuntaba hacia la "suciedad de la calle San Martín, en la que se hace difícil el tránsito por la gran cantidad de desperdicios que a cada paso se encuentra".
Por otra parte, a partir del segundo número se iniciaba una queja constante durante todo 1916, vinculada al juego clandestino: "El pueblo entero habrá podido comprobar con el descaro y con la audacia que frente mismo al local de las romerías se habían instalado durante los días de las mismas, en un barracón improvisado y en dos casas más, juegos de taba, monte y choclón, sin que la policía hiciera nada para evitarlo".
En las primeras ediciones, EL CIVISMO criticaba con dureza a la policía local. Según escribía este medio en febrero de 1916, "jamás en Luján ha habido peor policía" y se enumeraban "ocultaciones de hechos, abusos, atropellos y abandonos, y las consecuencias están a la vista, el pueblo todo habrá observado los últimos hechos producidos; uno de ellos marca la pauta; el asalto en pleno centro, a las siete de la noche, a un pacífico comerciante a quien el malevaje, que la misma policía apaña y envalentona, atacó a tiros, para eludir así el pago de algunos centavos de gasto".

VIDA SOCIAL
Las páginas de EL CIVISMO en aquel primer año de vida permiten también trazar un perfil de la ciudad y del distrito en general hacia 1916, mediante las prácticas sociales de esparcimiento que se difundían e informaciones que daban cuenta de un pequeño poblado donde "todos parecían conocerse con todos".
En la revisión del archivo son frecuentes las menciones de vecinos que emprendían viajes fuera de Luján o regresaban a su pago. Por caso, en una de las ediciones se enumeraba la ausencia del doctor Ricardo Castellanos rumbo a Montevideo o la partida de Vicente Jáuregui a Mendoza. No hacía falta recorrer tantos kilómetros para merecer una mención, como el caso de la señorita Tula Cordone hacia Buenos Aires o el arribo del doctor Fernando Lillia y su familia provenientes de San Andrés de Giles.
En cuanto al esparcimiento, sobresalían los bailes populares, especialmente en épocas de carnaval: "Un grupo de jóvenes entusiastas, se han constituido en comisión a fin de ofrecer bailes durante los días de carnaval. Dichos bailes se llevarán a cabo en las noches del primer domingo, martes y último domingo de carnaval… Muy plausible la resolución de esos jóvenes que harán que el carnaval de este año salga de la tradicional monotonía del viejo corso, y ofrecerán una atrayente fiesta popular".
Las localidades, a su vez, solían aparecer en las páginas de EL CIVISMO ante la proximidad de bailes o actividades campestres, como la doma.
La Biblioteca Ameghino era citada como lugar de desarrollo de distintas propuestas culturales. Otro espacio para esos menesteres era el Teatro Español: "El mejor éxito ha coronado los esfuerzos realizados por el personal docente de la escuela número 2, en la preparación del festival que se realizó en el local del Teatro Español, por el 106 aniversario patrio, y cuyo producido se destina a beneficio de los niños pobres de la citada escuela".
El Cine Excelsior proyectaba, a su vez, las "cintas" del momento. Una crónica publicada hacia mediados de ese 1916 indicaba que "ante numerosa concurrencia se pasaron el domingo, primero y segundo episodio de la emocionante cinta ´La mano que aprieta´". Se anunciaba, a su vez, que "el sábado a la noche se pasará una cinta que con ´Nobleza Gaucha´ constituyen los dos mejores films de las tradicionales costumbres nacionales. ´Bajo el sol de la pampa´, tal es el título de la cinta a que nos referimos…"
 
La política, a los tiros
Si en los tiempos actuales puede pensarse que las pasiones políticas están a flor de piel y el debate parece una constante, cuando EL CIVISMO salió a la luz pública, el intercambio político era algo más intenso.
El 9 de abril, la portada llamaba la atención con el título "Bajo el régimen del terror, matones en acción". Entre los hechos suscitados se apuntaba contra un peón de la municipalidad, R. Vallejos, apodado El Mocho, quien "se presentó en tren de provocación a los puestos del comité radical, y ese mismo matón en la noche del jueves hería de un puntazo en la tetilla izquierda y un hachazo en un brazo al joven Ramón González".
Más adelante, siempre en clave política, EL CIVISMO expresaba su alarma "por la cantidad de tiros que noche a noche se disparan en la población. ¿Qué hace la policía que no procede, mucho más cuando todo el mundo señala los autores?".
También se criticaba otras prácticas del poder político municipal, en manos conservadoras: "Un funcionario público, en su afán por obtener adherentes al partido oficial, llegó días pasados a amenazar a una pobre mendiga con hacerle quitar el permiso para pedir limosna que la Intendencia le ha otorgado si no votaba en las próximas elecciones por el Partido Conservador. Como que ellos se estrellarán contra el voto secreto, arma poderosa de todos los ciudadanos, pobres y ricos, para liquidar situaciones políticas impopulares y abusadoras. Ya lo saben los que temen ser perseguidos. Prometan votar por ellos a los oficialistas y una vez en el cuarto oscuro su conciencia les dirá qué es lo que deben hacer".

Los primeros auspiciantes
La publicidad inicial de EL CIVISMO estaba conformada por un puñado de auspiciantes dedicados a distintos rubros comerciales. Al menos durante el primer año de vida, la renovación de avisos era escasa. Solo esporádicas nuevas apariciones, como aquella del "Bar Cine Excelsior", con sus programaciones mensuales.
Eran habituales las publicidades de los almacenes y ferretería de Blas Mignone y La Unión, o el local de materiales para la construcción y venta de máquinas agrícola de De Santiago Maraggi y Hermanos.
El clásico Hotel De la Paz también era uno de los auspiciantes de EL CIVISMO. Otro aviso invitaba a solicitar en todos los buenos almacenes "el jabón Pérez", porque "no hay mejor para lavar la ropa. Fábrica en Luján. Ferrocarril Oeste U.T. 49".
Otro anunciante era la cochería y servicios de pompas fúnebres de Pedro Sallaberry. En Lavalle 330, promocionaba que el comercio contaba "con un servicio especial para casamientos, bautismos y coches de paso. Regia capilla ardiente y servicio inmejorable para entierros. Pedir precios y condiciones".
Muy peculiar era el caso de los cigarrillos Intransigentes: "Los radicales los deben fumar. Cada paquete trae un cheque a beneficio del tesoro de la Unión Cívica Radical de 20 ó 30 centavos".
También se incluían avisos profesionales, como los del escribano público Eduardo Oliver, el dentista Esteban Paz hijo y las farmacias Veloso y Nuestra Señora de Luján.
Un aviso del periódico decía: "El Civismo. En la administración de El Civismo se hacen toda clase de trabajos de imprenta a precios que no admiten competencia. Pidan precios por papel y sobres timbrados. Facturas comerciales. Avisos o carteles de propaganda. Circulares. Tarjetas de visita. Participaciones de enlace. Etc. San Martín 162. Unión Telefónica 172. Luján.
La historia de EL CIVISMO