Un festival de voces

Siempre que nos deja un artista que trabajó en pos del crecimiento artístico y cultural de una comunidad, es pertinente que se lo recuerde a través de actos y placas honoríficas que retribuyan su valioso aporte a la comunidad. Pero más importante aún, es que su legado se mantenga vivo y continúe presente a pesar de su ausencia. Exactamente eso es lo que viene sucediendo en el circuito artístico local desde el fallecimiento, hace ya un año, de un notable músico como Ernesto Storani.
Además de que el Coro Municipal lleva su nombre, y que este año volvió a interpretarse la adaptación que él hizo junto a su hermano Jorge de La Bella Durmiente, el viernes pasado a las 20 en el Trinidad Guevara las semillas que supo germinar como impulsor y director del coro de la escuela Cardijn florecieron en su máximo esplendor.
Ante una sala colmada de punta a punta, el Coro de Niños y Jóvenes Ernesto Storani de la Escuela Parroquial Canónigo José Cardijn – si bien el proyecto cuenta con más de 12 años de existencia – tuvo oficialmente su gala debut.  
Pasadas las 20, el artista y ex director del teatro, Roberto Castro se hizo cargo de la conducción del evento y, antes de presentar oficialmente a los coristas, dedicó unas emotivas palabras a su amigo destacando además que la creación del coro en 2002 se debía justamente a la inquietud de Ernesto por promover un espacio común de encuentro para los niños que propiciara la práctica musical y el canto.
El concierto comenzó fiel al estilo del tradicional acto escolar, subiendo al escenario los abanderados de la escuela y con la interpretación del Himno Nacional en piano a cargo de Santiago Rosso, actual director del Trinidad Guevara. Minutos después, los alumnos de secundaria que integran el Coro de Jóvenes hicieron su aparición y se dispusieron a obedecer las indicaciones de su actual director (y sucesor del legado de Ernesto) Alejandro Espinosa, quien posiblemente sea el profesional más indicado para continuar construyendo este auspicioso proyecto educativo y musical.
Después de una brillante interpretación de Dedos (Rubén Rada), los niños se sumaron para incrementar el número de coristas completando el Coro de niños y jóvenes quienes cantaron La Anunciación, La Peregrinación y Los Pastores de La Navidad Nuestra, ganándose los aplausos de todos los presentes quienes ovacionaron a los coristas y también aplaudieron fervientemente cuando se presentó a Brunilda Godoy Ríos, asistente y entrenadora vocal de los alumnos desde el comienzo, cuya excelente labor se refleja en el resultado artístico de un coro dotado de calidad artística.
Las últimas dos canciones que interpretó el coro, contaron con la participación de otros dos colectivos artísticos invitados para la gala: la comedia musical de niños de Patas Arriba Espacio Creativo y el Coro Municipal del Teatro. En el primer caso, la canción fue Derechos Torcidos (Hugo Midon) y un descomunal cierre con la interpretación de Canción del Pueblo del famoso musical Los Miserables, al que se sumó el Coro Municipal llegando a un centenar de coristas en escena que provocaron un verdadero festival coral capaz de erizarle la piel a todos los espectadores que despidieron a los artistas bajo una lluvia de aplausos y reverencias.