“El mundo no se limita a lo visible”

Proust dijo que “la lectura es una iniciadora cuyas llaves mágicas nos abren, en el fondo de nosotros mismos, la puerta de lugares a los cuales no hubiéramos sabido entrar”. Creemos que leer la obra Silvia Schujer nos transporta a universos literarios donde podemos descubrir ficciones que desafían al lector, lo movilizan, le abren la puerta a sensaciones y experiencias donde la palabra es la llave para sumergirse en lo desconocido o en lo familiar, para percibirlo desde otra perspectiva. Justamente sobre esto habló esta escritora el sábado pasado en el Teatro Municipal Trinidad Guevara.
En primer lugar, valga decir que la amabilidad, la gracia y la sencillez de Schujer resaltan como primeras características de su persona, sin eso perdería ni un poquito de contundencia su discurso. El sábado dejó constancia de esto en su conferencia titulada La importancia de la ficción en la construcción del sujeto que, en cierto modo, consistió en una serie de reflexiones en torno a su propia escritura, lo cual sirvió para expandir la comprensión de su obra, a la vez que nos permitió pensar sobre la educación en general y sobre el mundo infantil, en particular.
Entre el público, se encontraban muchos estudiantes y profesionales de carreras relacionadas con la educación. De hecho, el evento estuvo organizado por el Instituto Superior Nuestra Señora de Luján. De esta institución, la profesora Flavia Porto señaló: “Silvia Schujer, escritora de literatura infantil, varias veces premiada, vino a Luján en un marco de capacitación docente, brindada por el Instituto de Formación Docente Nuestra Señora de Luján que, año a año, asume el desafío de proponer este espacio con personalidades reconocidas, como anteriormente cuando vino la famosa y multipremiada Isol; el año anterior, Itsvansch, editor, escritor, ilustrador, también premiado internacionalmente, siempre personas relacionadas con la literatura infantil y con nuestra carrera, Profesorado en Nivel Inicial”.
Porto agregó que “Silvia Schujer se ha convertido en un clásico del canon de la literatura infantil nacional. Su propuesta literaria es amplia en cuanto a la diversidad etárea: libros y nanas, para los más pequeños; cuentos, novelas para los niños más grandes. Es una favorita para todos los promotores y mediadores de lectura, bibliotecarios y docentes, también de padres y niños”. Esta docente, junto a Karina Bustos, fue la artífice de este encuentro.
Conceptualmente, la charla rozó temas tradicionales sobre la literatura, enriquecidos por la experiencia de Schujer (escritora, pero también madre y docente, especialista en literatura infantil, que ha trabajado como editora de diversos medios y suplementos gráficos para los más pequeños, además de haber explorado también una faceta musical para dicho público). Su idea es que los niños “pueden hacer realidad de inmediato una parte de sus deseos y sueños, así como tienen la certidumbre de que el mundo no se limita a lo visible”.
En vistas a cimentar la identidad, Schujer propone lecturas que tiendan puentes activos entre escritor y lector. Así, en sus libros, ella pide socorro al lector, porque el acto de escribir y el acto de leer se acercan en lo creativo, según afirmó, como así también se asemejan la actividad del escritor y la del sujeto que se cuenta a sí mismo su propia historia. De este modo, Schujer mina su literatura de juegos, enigmas, desafíos, adivinanzas, invitaciones, que demandan una participación activa que no deja indiferente al lector, ya sea niño o adulto.
Además, en consonancia con la idea de que los chicos ven lo que los adultos ya no, Schujer propuso que los géneros literarios tradicionales, que no son suficientes para nombrar otros mundos, se adapten a esa demanda, que el niño satisface para sí de modo permanente, pero que el adulto olvida a veces, incluso cuando se propone contemplar al mismo niño. Por eso, las situaciones dilemáticas cubren un espacio fundamental en el universo textual de esta escritora. Ella presenta un abanico de géneros donde el dilema es centro de ficcionalización: adivinanzas, abecedarios, “dificilanzas” y crucigramas, o enigmas acerca de entidades o seres imaginarios con un humor delirante.
Ante las lecturas de los textos de Schujer recordamos que el lenguaje mismo opera como un mecanismo al que lo ficcional le es inherente. En su obra, el lenguaje se encuentra poseído por la ficción. Y así lo literario no es un conjunto de rasgos verbales o propiedades de una estructura textual, sino es una modalidad de producción y de recepción comunicativa. Este es el rasgo fundamental que resaltó en su charla sobre la constitución de la identidad a través de la literatura. Cabe agradecerle a Schujer mostrar que la cotidianidad más real, lo que los rodea y mucho de aquello que sentimos más factual está inmensamente penetrado por la literatura. Por esto, los hechos más increíbles pueden resultar verosímiles y los más ciertos, sin embargo, inverosímiles, hasta hacer vacilar al lector más perspicaz.