Luján, la capital de la fe en sus diversas expresiones

Miércoles//A pesar de ocupar un lugar central en el imaginario católico, en las últimas décadas la ciudad comenzó a mostrar diversidad de prácticas religiosas. En la Secretaría de Cultos aparecen unas 30 instituciones registradas en todo el distrito, aunque el número es muy superior considerando templos no inscriptos. La mayor cantidad de prácticas corresponden a iglesias evangélicas con una fuerte inserción en los barrios y un considerable trabajo social.

El rótulo que ubica a Luján como capital de la fe hace referencia directa a la religión católica y a una historia ligada al culto de la Virgen. Sin embargo, como ocurre en otros lugares, la ciudad y sus alrededores reflejan una diversidad religiosa donde conviven distintas expresiones y prácticas.
Como un fenómeno que se intensificó en las últimas décadas, el Registro Nacional de Cultos, dependiente del Ministerio de Relaciones y Culto de la Nación, incluye a 30 instituciones no católicas registradas en territorio lujanense. Ese número, de por sí significativo, se amplía varias veces si además se consideran aquellos templos o lugares de culto no inscriptos en ese listado oficial que implica un reconocimiento estatal.
La presencia territorial de estas expresiones ajenas a la estructura vaticana del catolicismo es bien amplia y muestra un incremento desde el centro hacia las periferias. Aunque en la zona céntrica conviven prácticas religiosas diversas, esa heterogeneidad se incrementa en los distintos barrios, especialmente en aquellos más alejados del casco histórico. A su vez, en todas las localidades existe al menos una forma de religiosidad institucionalizada ajena al esquema de la Iglesia Católica.
El mayor número se corresponde con templos de raíz cristiana o evangélica, aún cuando entre muchos de ellos existen diferencias dogmáticas considerables. Pero también se registran otras prácticas sobre las que quizás existe un mayor grado de desconocimiento general, a veces traducido en prejuicios. En Luján, por caso, la Escuela Científica Basilio, definida inicialmente como una iglesia de corte espiritista, tiene una larga trayectoria. La ciudad cuenta también con el Centro Sri Sathya Sai Baba, en tanto opción espiritual. Bajo el nombre de Ile Ase Iya Mi Nana Ade UI, el Registro de Culto ubica en el barrio La Hostería Norte una corriente africana vinculada a la cultura yoruba que llegó al continente americano desde los tiempos del tráfico de esclavos, entre ellos el Negro Manuel, hoy ícono de la religiosidad católica lujanense.

CRISTIANOS
Aunque la denominación es bien amplia y encierra a creencias que, aún compartiendo la fe en Cristo, mantienen distintas concepciones doctrinales, se calcula que en Luján existen unas 40 iglesias evangélicas diseminadas en barrios y localidades. Uno de los puntos de contactos que parece existir entre ellas está vinculado al considerable trabajo social a través de propuestas que además del aspecto espiritual intentan dar respuestas a problemáticas materiales concretas.
Unas 15 de esas iglesias están vinculadas a través de un Consejo Pastoral, actualmente presidido por el pastor Simón Lescano, quien tiene a su cargo un templo que funciona desde hace más de una década en la localidad de Torres: "Las iglesias que participan del Consejo están ubicadas en distintos puntos del partido como los barrios San Jorge, Santa Marta y localidades como Carlos Keen y Olivera".
Lescano detalló que la intención de agruparse apunta a "unirnos y pensar en acciones para nuestra ciudad, tratamos de suplir toda necesidad que tenga cada una de las iglesias".
Héctor Cuncio es pastor de la Iglesia Asamblea de Dios ubicada en la localidad de Pueblo Nuevo, que funciona desde hace 10 años. Desde su experiencia y contacto con otros hermanos de la fe reconoce el crecimiento del cristianismo al punto de que "generalmente en cada barrio hay una iglesia". No obstante, marcó que se trata de instituciones que dependen de distintas entidades madres (ministerios).
En cuanto a la cantidad de asistentes, los pastores indicaron que en toda iglesia existe un número estable de participantes, mientras que otros resultan intermitentes: "La mayoría de la gente es estable. Después hay personas que van pasando, que por ahí vienen por alguna situación difícil y cuando salen de esa situación dejan de venir".  
En general, las iglesias cristianas desarrollan un trabajo social atado a las necesidades existentes en los entornos inmediatos donde funcionan. Lescano aseguró que "donde hay una iglesia evangélica, hay una acción social". Al respecto, marcó que "trabajamos mucho con jóvenes que tienen problemas de drogadicción o alcoholismo". En las últimas inundaciones, fueron muchas las comunidades religiosas que se organizaron para asistir en las zonas más afectadas.
"Tenemos personas en nuestras iglesias que han sido alejadas del alcoholismo y hoy tienen una familia reconstituida y son personas dignas integradas a la sociedad. Estamos trabajando constantemente con esa realidad. También hay iglesias que tienen comedores o merenderos. La iglesia cumple una función social, trabajamos las 24 horas del día, donde nos llaman, vamos. Hacemos un trabajo silencioso, pero estamos. En Luján hay una presencia fuerte", agregó Lescano.
Los distintos pastores consultados hablan de un trabajo que apunta a la familia como núcleo central de la sociedad. Por eso, la tarea apunta a reconstruir historias familiares rotas o conflictivas. Al respecto, el pastor Daniel, de la iglesia Fuego de la Santidad, plantea que su trabajo constituye "un gancho para poder traerlos a un mejoramiento de vida, porque llega mucha gente dividida, que no pueden más, sin saber cómo seguir adelante".
En el caso del barrio Ameghino, se registra una presencia fuerte del movimiento cristiano a través de distintos templos. Uno de ellos, el más antiguo en el vecindario y vinculado a la Asociación Civil Iglesia Pentecostal Naciente, data de la década del 80. Su pastora, Margarita Galván, explicó que "nos gusta involucrarnos mucho con lo social, porque consideramos que Jesús vino a marcar eso, no vino a que nos encerremos en el pensamiento de uno sino en el respeto del pensamiento de todos, porque creo que al final todos buscamos lo mismo, aunque desde diferentes puntos".
En ese caso, la iglesia mantiene instancias de articulación con instituciones estatales como el Centro de Atención Primaria y otras organizaciones de la sociedad civil como Aldeas Infantiles, siempre en función de fortalecer el trabajo social.