Abrió hace cuatro meses y le robaron sus vecinos

Lunes//Dos sujetos cometieron un importante robo en un comercio donde iban a comprar. En el barrio son ampliamente conocidos por delinquir en la zona. Vecinos aseguran que cuentan con protección policial para vender droga.

En Ruta 192 y calle Las Palmeras abrió hace cuatro meses una despensa y rotisería que no tiene nombre de fantasía. A base de precios accesibles, logró atraer una buena clientela, entre ellos, un par de jóvenes que dejaron de ir a comprar desde que el jueves de la semana pasada quedaron registrados por las cámara de videovigilancia con que cuenta el comercio, perpetrando un robo que produjo importantes pérdidas al dueño del mercado.
Jorge Gabriel Aguilar contó a EL CIVISMO que los delincuentes le llevaron una máquina cortadora de fiambre, dos balanzas digitales, la caja registradora con la recaudación de unos 400 pesos y el cambio que había quedado, una garrafa de gas con una pantalla, un teléfono celular, una tablet de última generación y fiambres, una caja que contenía petacas de licor de chocolate y dulce de leche y varios dvds con películas. "Me arruinaron", sentenció.
"Estaba durmiendo. Eran las 2.30 de la madrugada. Escucho que me llaman y cuando salgo veo que habían abierto la puerta y cortado los candados", dijo el comerciante que tiene su vivienda detrás del mercadito, y agregó que los delincuentes se fueron "caminando" y "viven acá a la vuelta. De la balanza (pública) 20 metros para allá", describió en alusión a la calle Palo Borracho al 900 donde residirían los sospechosos.
Se trata de dos sujetos ampliamente conocidos en el barrio. Comerciantes, clientes y vecinos de la zona los conocen como "El hijo de Musculito" y "El Osvaldito". Si bien dejaron de ser clientes, se mueven en el barrio con absoluta naturalidad. "El padre (de Musculito) pasa y me acelera la moto. Es increíble", sostuvo con lógica indignación e impotencia Aguilar.  
"A una señora que tiene una rotisería en el San Pedro le reventaron el negocio el sábado y le llevaron el horno microonda y la garrafa. A la tiendita le afanaron la otra semana y no le dejaron nada", acotó Aguilar. "Los conoce todo el mundo pero nadie hace nada", aseveró un cliente.    
La Policía evalúa las imágenes obtenidas en la cámara de seguridad del local para poder clarificar si es posible identificar al o los autores del hecho, y según lo informado por fuentes confiables, los mismos estarían identificados. La denuncia fue radicada en la Comisaría Luján Primera.
En tanto, en la Tienda "Caro", ubicada en Palo Borracho 939, un herrero que trabaja al fondo confirmó que el pequeño comercio fue blanco de un robo. "Hace dos o tres semanas le entraron de noche y le sacaron un montón de cosas".

"EL BARRIO ESTÁ ÁSPERO"
Cruzando la ruta la situación no es menos preocupante. En Las Calas y Los Ombués, un mecánico tuvo que efectuar un disparo intimidatorio para evitar que le robaran herramientas y la rueda de un vehículo que estaba en reparación. La respuesta de los marginales no se hizo esperar: a los pocos días le prendieron fuego una vieja coupé Renault Fuego de un cliente.   
En el San Pedro, vecinos denunciaron que la impunidad de "Musculito" y "El Osvaldito" es posible por la connivencia que tendrían con algún elemento policial. "Musculito arregla con la cana. El patrullero pasa y le tira 200 pesos todos los días para vender falopa, porque es un distribuidor de droga. Acá la denuncia hay que ir a hacerla a Mercedes", contaron dos hombres que pidieron reserva de identidad ante el temor a represalias.
"El barrio está áspero y las cosas que están pasando son graves", resumió uno de ellos. A su lado, otro vecino advirtió al cronista de este medio: "Con esa bici, a las cinco de la tarde, si andás por la vereda de la ferretería, te juego que te vas caminando y suerte que no te peguen una puñalada. Por esa vereda no pasa nadie. A un muchacho que vive a mitad de cuadra le robaron el juego de sillones y la mesita de jardín. Se los llevaron en una moto", relató otro vecino.
En Los Ombúes entre El Irupé y Las Camelias, está el almacén de Cacho quien se salvó que le robaran por poco. "Me salvó el perrito porque lo vio (al ladrón) y empezó a ladrar. Eran como las seis de la tarde. De repente, lo veo que salta el tapial y me defendí con un tacho de agua. Enchufé la manguera, que sale el agua con una fuerza bárbara y con eso me defendí", indicó entre risas.
Enfrente, vive otro vecino quien tuvo que cambiar ciertos hábitos por la inseguridad. El asado lo hace con la luz del día porque de noche se expone a que le entren a robar. "No salgo afuera porque saltan el tapial y se te meten. De noche no hago más asados. Ayer hice un lechón y a las seis y media nos metimos adentro. Son todos pendejos que están entongados con la Policía".
A la vuelta, uno de los departamentos fue desvalijado. Una pequeña despensa que está en El Irupé entre Los Ombúes y Palo Borracho es atacada a piedrazos por negarse el comerciante a entregar mercadería como exigen sujetos de malvivir que residen en inmediaciones y suelen juntarse en la esquina a quemar basura.
No muy lejos, una familia que tiene panadería fue robada en reiteradas oportunidades. En el barrio contaron que policías les dijeron a las víctimas que la casa no era acorde a la zona ya que llamaba la atención de los delincuentes.
Con todo, los vecinos que se hicieron la casa cuando este sector de barrio San Pedro parecía poblarse de quintas y apuntaba a ser una zona tranquila y residencial, ven ahora con preocupación el dispar desarrollo que fue tomando en los últimos años. "El barrio está terrible. Acá tiene como para hacer dulce de las cosas que están pasando", afirmaron.