Cómo curar la acidez de estómago

La acidez de estómago puede convertirse en un verdadero y auténtico problema si no se conoce, en primer lugar, la causa que origina su aparición, y si no se pone remedio bajo un tratamiento adecuado.

Sucede cuando el esfínter esofágico interior (válvula de nuestro organismo que tiende a mantener los ácidos estomacales en el estómago), se relaja y no funciona de forma correcta. En ese momento, los gases tienden a irrumpir en el esófago, irritando y llegando a lesionar las paredes, favoreciendo  la aparición de la molesta sensación de acidez.
Entre sus síntomas más comunes, nos encontramos con: dolor en el pecho que empieza en el esternón y se desplaza hacia la garganta, sensación de quemazón y de que los alimentos vuelven a la boca, sabor amargo o ácido en la parte posterior de la garganta, así como un aumento en la intensidad del dolor al acostarnos o agacharnos.

¿Cuáles son las causas de la acidez de estómago?
Podemos hablar en este punto de diferentes causas que pueden influir en la aparición de la acidez estomacal. Por ejemplo, el consumo de determinados alimentos, como son bebidas ricas en cafeína, alcohol, ajo, alimentos grasos, cítricos, refrescos carbonatados y cebollas crudas.
También determinadas enfermedades y trastornos de salud pueden influir en su aparición: enfermedades bucales (como caries o gingivitis), laringitis, faringitis y consumo de determinados fármacos, como antidepresivos o analgésicos.

Consejos para curar la acidez estomacal
En primer lugar debemos tener en cuenta cuáles son las causas que provocan la aparición de la acidez de estómago evidentemente para evitar su consumo. No obstante, cuando esta ya ha aparecido existen determinados consejos y trucos que pueden ayudar a curarla:
Come jengibre fresco: útil no solo para la acidez estomacal, sino también para evitar las náuseas. Puedes consumirlo en infusión o en ensaladas.
Mastica chicles sin azúcar: los chicles ayudan a disminuir la acidez ya que segregamos más saliva al masticarlo.
Una cucharadita de bicarbonato de sodio: disuelta en un vaso de agua, se convierte en un excelente antiácido. Eso sí, es mejor tomarlo después de que se haya eliminado el gas producido por la mezcla entre el agua y el bicarbonato de sodio.
Infusión de manzanilla: ayuda a equilibrar el pH ácido el estómago, a la vez que disminuye el reflujo y el ardor de estómago. Su preparación es muy sencilla: solo tienes que hervir en un cazo una taza de agua, y cuando empiece a entrar en ebullición añadir una cucharadita de manzanilla seca; deja hirviendo 3 minutos, apaga el fuego, tapa y deja en reposo otros 3 minutos. Finalmente cuela y bebe (puedes beberla después de la comida y la cena).
Infusión de regaliz: su preparación es exactamente la misma que los pasos que hemos seguido en la elaboración de la infusión de manzanilla. Ayuda a calmar las molestias estomacales. No obstante, debe consumirse con precaución ya que puede causar un aumento de la presión arterial.

Fuente: Mi Planeta Salud