“La vida acá es divertida, pero si pudiera regreso”

Lunes//Leandro “Cosita” Aranda se fue de Luján hace 15 años. Se instaló probando suerte en lo futbolístico. Formó una familia y actualmente sueña con el regreso a sus pagos: “Extraño todo”, admitió.

Hace ya casi 15 años que Leandro Aranda se fue de Luján. Recuerda la fecha exacta: 20 de noviembre de 2000. "Vine con la idea de tratar de superarme en lo futbolístico y en lo económico".
Actualmente está en Tijuana, baja California. "Pero donde viví más años es en Ciudad Altamirano, estado de Guerrero", aclaró.
"Mi hermano había estado en México y me comentó que yo podía sobresalir en este país desde lo futbolístico. En ese tiempo no era muy competitivo. Pensé que iba a tener más oportunidad que en otros lugares y por eso elegí México", indicó Aranda.
"Lo que puedo contar de donde estoy es que la vida es muy alegre, divertida. Siempre encontrás algo para hacer y uno vive con poco dinero. El trabajo nunca es esclavo como en Argentina y hay mucha libertad. Siento que la vida del mexicano es muy alegre. Por eso me gustó", contó Aranda, quien allí tiene una familia. "Mi esposa Esmeralda Palacios, mi hijo más grande -de 9 años- Diego Aranda Palacios y el más chiquito -de 1 año y medio- Damián Aranda Palacios. Son mexicanos".

- ¿Hiciste amigos en México?
- "Amigos, amigos, la verdad no tengo. Sí muchos conocidos. Para tener un amigo en la vida es muy difícil. Se necesita mucha confianza el uno con el otro y para mí es muy difícil encontrarla".

- ¿Qué destacás como positivo de tu experiencia en ese país?
- "Como positivo, destaco los hijos hermosos que tengo. Son mi vida. Soy una persona que maduré mucho y aprendí a lo lejos a darme cuenta quién te quiere realmente de verdad y el superarme día a día. También hay cuestiones negativas, como cuando murió mi representante Pablo Hernán Gómez, jugador del Pachuca. Quedé solo. Eso me afectó mucho. Y luego estar tanto tiempo lejos de mi tierra. Se sufre mucho no poder regresar por no tener plata. Es a puro sufrir y darle para delante. No queda otra".
Aranda admitió que "sigo acá por lo económico. No me queda otra. Si tuviera dinero ya estaría en mi país, de eso no tengo dudas. Pero ya le busqué la vuelta por todos lados para que regresemos y nadie me quiso ayudar. Hablé con mi familia, padres hermanos, tíos, tías, primos. Y siempre tuvieron un pero. Me dolió muchísimo. Y acá sigo, luchando por mi familia, para sacarla adelante. Por eso estoy acá. Nada más".

- ¿Cómo son tus días allá?
- "Me levanto 8 de la mañana. Desayuno algo y luego voy a atender un negocio que tengo de venta de cosas usadas. Como, y más tarde, cerca de las 14, me voy a entrenar niños. Entre el regreso y pasear, tardo como cinco horas. Regreso a casa y guardo las cosas del negocio. Juego mucho con mis hijos y luego cenamos. Vemos tele y a dormir".

- ¿Qué proyectás para el futuro?
- "El proyecto más grande es algún día regresar a mis país. Al menos de visita, porque están muy caros los boletos para toda la familia. Después, siempre he querido estar tranquilo con los trabajos que he tenido como entrenador, que es lo que me gusta".

- ¿Se extraña Luján?
- "Sí, extraño mucho los asados, el fútbol, los amigos, la fiesta. Luján es grande y la verdad extraño todo. Si sigo enumerando no termino nunca. Los dulces, los alfajores, las facturas, el centro. Todas las costumbres de mi niñez mucho más. También extraño cuando me mandaban todo el día a trabajar en la frutería y yo no quería. O cuando mi mamá o papá o hermanos me retaban porque me mandaba alguna macana".
En México, Leandro trabajó en varios lados, "con grandes y chicos en escuelitas. Ahora cambio porque en dos días viajo a otra ciudad, muy lejos de acá. Quieren que regrese a jugar, pero son ligas. Pagan bien y ya me conocen. Veremos".