Nueva denuncia por motos secuestradas en el Taller N° 2

Sábado//Fue realizada por el agente municipal Diego Casco ante hechos ocurridos hace tres meses durante el traslado de los rodados. En la presentación efectuada, el trabajador marca que “era normal y habitual que los rodados secuestrados fueran desguazados”.

Luego de la denuncia que tiempo atrás se efectuó por la supuesta entrega irregular de una moto que había sido secuestrada, en las últimas semanas el Taller Municipal 2 volvió a ser indicado como el lugar donde ocurrían presuntos hechos ilegales.
En este caso, se trata de una presentación realizada en la Municipalidad por un agente municipal que se desempeñaba como inspector de tránsito al momento de ocurrido los hechos denunciados. Concretamente, Diego Casco plantea que "era normal y habitual que los rodados secuestrados fueran desguazados", al tiempo que cuestiona las deficiencias que caracterizaban los traslados de motos desde el Taller 2 hasta el predio fiscal cercano a la ruta 7. La descripción se remonta a tres meses, cuando Casco fue cambiado de funciones y colocado como agente notificador.
En la denuncia, el trabajador asegura que sufre "persecución y amenazas de cesantía y exoneración dado que se ha iniciado una investigación presumarial como así también el respectivo sumario administrativo" (ver "El sumario").
El empleado indica que su denuncia fue motivada "conforme a la actividad que realizaba como agente de tránsito y con amplios conocimientos del procedimiento que se lleva a cabo en el área asignada a mis tareas". En ese contexto, marcó que en el ámbito de su trabajo se incumplían normativas y el deber de resguardo de los vehículos secuestrados.
Según Casco, "era normal y habitual que los rodados secuestrados fueran desguazados por orden de la jefa de Departamento, quien había solicitado dicha tarea a varios inspectores y en mi presencia, donde indicaba que se retiren de los rodados las baterías junto con las herramientas de auxilio de dichos rodados, incitando a sus dependientes jerárquicos al posible delito de hurto".
El inspector apunta, en tal sentido, contra Ana Laura Barzola, en ese momento jefa de Departamento a cargo del Taller 2: "Era común el ineficiente traslado de motos ya que por orden de Barzola (las motos) eran apiladas y descargadas en camiones municipales que en la práctica, y con palabras burdas, se tiraban unas arriba de otras sobre la caja volcadora y/o bateas volcadoras sin ningún tipo de inventario detallando el estado del vehículo, los cuales sufrían las consecuencias mecánicas por el mal acopio, ya que accionando el sistema hidráulico para la descarga propiciaba daños materiales y por ende económico a los supuestos infractores".
En otro plano de su denuncia, Casco asegura la existencia de "órdenes emanadas por la superior jerárquica para llevar adelante cortes de ruta y/o desviación de tránsito sobre rutas nacionales y/o provinciales", algo que significa "incumplir con los derechos protectivos que debe tener todo agente de tránsito para el resguardo de su integridad física ya que la mencionada tarea no era cubierta por las coberturas de Seguro de Riesgos de ART ni responsabilidad civil manifestándose ello en más de una ocasión con accidentes en compañeros de trabajo".
Casco también aclara que todos sus planteos fueron expresados "en forma verbal durante reuniones a solas y ante testigos" a varias autoridades municipales. Ese listado incluye al entonces secretario de Gobierno, Enrique Massera; a Francisco Pasini, de la misma área; y a quien en ese momento era subsecretario de Control Urbano, Gustavo Marrone. "Hasta la fecha sigo sin tener respuesta sobre dichas irregularidades, lo que se ha manifestado contra mi persona iniciándome sumario con falsas evidencias y castigándome con cambio de funciones cuestionando mi honradez e idoneidad ante los medios públicos y acusándome de delitos penales que nunca pudieron haberse cometido, con la sola intención de mantener la protección de las personas denunciadas sin miramientos del cuidado que debe tener la cosa pública".
En diálogo con este medio, Casco aseguró que también acercó detalles de las irregularidades ahora denunciadas públicamente al actual secretario de Gobierno, Néstor Luciani, cuando éste ocupaba una banca en el bloque oficialista. "Él me dijo que mi denuncia no lo asustaba".
"Aunque estén secuestradas, las motos tienen sus dueños y antes de que pasen a propiedad del Municipio, se debe mandar una carta documento al supuesto infractor para darle la posibilidad de que pague la multa y retire el rodado. Estos traslados al predio fiscal se realizaban todos los años. Se subían a un camión, con el acompañamiento de un inspector y se bajaban en el lugar. Después se empezó a dar la orden de que las motos se tiraran sin ningún cuidado", agregó Casco.
Según el trabajador, las irregularidades denunciadas no hacen más que perjudicar a "los muchos agentes municipales que trabajan con honradez, y esto ocurre por personas que solo pretenden intereses personales".
"Los que poníamos la cara en los operativos éramos nosotros. ¿Con qué cara puedo mirar a los vecinos si después se hace cualquier cosa con las motos? Yo empecé a sacar fotos y registrar todo lo ocurrido", planteó.

El sumario
En la actualidad pesa sobre Casco un sumario administrativo que pretende investigar lo ocurrido con una moto. Según su versión, ante las irregularidades que se generaban en el traslado de los rodados, decidió "poner a resguardo" una moto que era propiedad de su tío: "Subí la moto al camión y cuando llegamos al predio la bajé con una soga para evitar que la tiraran como pasaba con el resto de las motos. Eso fue todo. Después mi tío pagó la multa y el juez de Faltas ordenó su entrega".
Para Casco, como sus superiores jerárquicos sabían que su intención era registrar lo que venía ocurriendo para denunciarlo, "me armaron un sumario".