“Para el Cuartel, es un cambio total”

Viernes//EL CIVISMO dialogó con Maximiliano Cellotto, designado como nuevo jefe de Bomberos Voluntarios de Luján en reemplazo de Luis Goenaga. El flamante titular aseguró que se trata de un nombramiento esperado y que para ello hace tiempo que se arman equipos de tareas. Luego de décadas de gestión con la impronta de los Goenaga, se inició un camino en el que los jefes tienen trabajo fuera del Cuartel.

Tal como adelantó este medio y más tarde fue ratificado mediante un aviso por el Consejo Directivo de la institución, el Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios de Luján tiene nuevo jefe, en reemplazo de Luis Goenaga, quien pidió -y fue aceptado- su pase a reserva. El Consejo Directivo, el pasado 8 de abril, ratificó la designación de Maximiliano Leonel Cellotto, quien se desempeñaba como segundo jefe. Y el cargo de segundo jefe quedó en manos del oficial auxiliar de Dotación Roberto Rafael Camarano. 
EL CIVISIMO dialogó con el nuevo jefe, quien inició sus tareas en estos días, generando un cambio en la modalidad de trabajo después de décadas de conducción con el sello de los Goenaga.

- ¿Cuánto hace que cumple funciones en el Cuartel?  
- "Estoy en el cuerpo de Bomberos Voluntarios desde que tenía 17 años. Ahora tengo 40. Era un pibe y con otro amigo pasamos en bicicleta por el cuartel. Salíamos de la Escuela Industrial. Estaba abierta la inscripción y quisimos ver cómo era. Nos atendieron y en ese momento nos gustó, pero jamás imaginé que terminaría atrapándome. En ese entonces ya estaba René Goenaga como jefe.
"Cuando comencé era cadete. Hice el curso de ingreso y una vez que me recibí seguí un tiempo como cadete. Al cumplir 18 años pude empezar a prestar servicio".
El flamante titular de la fuerza recordó que "en los inicios me tocó vivir alguna experiencia ante la que me sentí desarmado. Sentía que me faltaba capacitarme, entrenarme y tener todas las herramientas para que el servicio se cumpliera bien".
"Fue ante un caso puntual. Creo que era 1995. Me tocó asistir ante un accidente en la ruta 5. En ese momento en el cuartel teníamos un móvil en particular y con eso trasladábamos a los heridos. Eso me decidió a seguir con capacitaciones y entrenamientos. Con eso fui creciendo también dentro de la institución. A medida que estudiás, crecés.
"Hice un curso de paramédico, otro de instructor. Pasó el tiempo y logré ascender a suboficial. Siempre le dediqué el cien por ciento", aseguró Celotto.

- ¿Lo tomó por sorpresa la designación como jefe?
- "Hace tiempo asumí como segundo jefe y eso sí que no lo esperaba. Soy sincero. Era oficial y sólo estaba dentro del grupo de oficiales. En ese momento se da un pase a reserva y me eligen como segundo jefe. Lo de jefe sí era algo esperado. Luis Goenaga había hablado conmigo, me venía preparando y me explicó cómo tenía que manejarme ante determinadas situaciones. No dejó de ser una sorpresa el pase a reserva a Luis. Pero me siento preparado".

- ¿Qué implica esta nueva responsabilidad? ¿Debe tener dedicación plena en el Cuartel?
- "Para la institución, para todo el Cuartel, es un cambio total, rotundo. Imaginá que venimos de años de René y de Luis Goenaga, que trabajaban dentro del Cuartel. Ahora la cosa es diferente. Tanto yo como el segundo jefe trabajamos fuera de Luján. Entonces, hay armado un equipo de trabajo con el que se podrán tomar decisiones y se harán consultas por radio ante cuestiones muy puntuales. Además estamos avanzando hace rato con un sistema de gestión. Desde 2011 cada bombero tiene su control interno. Digamos que cada agente se autoevalúa, con control de horarios, de tareas y trabajos internos o las salidas. Es similar al control de una fábrica. De alguna manera se va escribiendo tu historia dentro del Cuartel".

- Como jefe, ¿tiene algún beneficio directo, sueldo o algo así?
- "No, es totalmente voluntario".

- ¿Cómo tomó la repercusión del pase a reserva de Luis Goenaga?
- "Es algo que ya venía preparando. Tanto a mí como al segundo jefe. Hace dos años él anunció que se iba a retirar. En la fiesta de 2014, a fin de año, reiteró que ya se estaba yendo. Y no nos toma de sorpresa. Lo que no sabíamos era que se iría a la política".

- Tal vez eso es lo que más impacto generó.
- "A mí no. Sé que es una persona dedicada al cien por ciento y que dedicó su vida al Cuartel. Y lo hizo sin un solo interés propio. Entonces imagino que hará lo mismo con la sociedad. No me queda ninguna duda de eso".

- ¿Cuáles son los desafíos centrales de su gestión?
- "Lo principal es seguir armando y fortaleciendo un grupo de trabajo. Estamos haciendo muchos entrenamientos. Se trabajaba en buceo, en remo, en cuerdas. Es increíble lo que estamos logrando con los perros, a partir de la tarea del veterinario Alfredo Roncoroni, de la UNLu, quien da cursos a bomberos de acá, de otros cuarteles, a la Policía, a Gendarmería. Es muy bueno el nivel de perros de rescate".

- ¿Tiene pensado un acercamiento con "Los sin casco" (Bomberos desplazados de la fuerza local)?

- "Nadie se acercó ni me han dicho nada. Y uno puede andar mal con alguien, pero yo siento que esa gente le hizo mucho daño a la institución. Me parece que eso no tiene vuelta atrás. Sería distinto se si evalúa que le hicieron daño a Goenaga o a determinada persona. Pero acá no afectaron a alguien desde lo personal. Hicieron pelota a la institución. Siento que eso no tiene vuelta atrás. ¿Cómo hacés para remontar eso? Es muy difícil".