Entraron a robar y quemaron una casa quinta en La Palomita

Lunes//Sucedió el martes a la madrugada. Los daños fueron prácticamente totales. Para entrar destruyeron la alarma y forzaron varias puertas. Sin embargo, no alcanzaron a robar. Es el tercer incendio intencional registrado en pocos meses en la misma zona.

"Se quemó el sacrificio de toda una vida". Con esta frase Gina Masci, hermana de la dueña de casa, intentaba resumir lo que había ocurrido el martes a la madrugada en Roque de Lucca y Galileo. La quinta familiar quedó destruida por las llamas, iniciadas por manos anónimas de manera intencional.
Maldad al extremo, delincuencia sin límite o una combinación de ambas. Lo concreto es que la propiedad ubicada en el barrio La Palomita fue blanco de un grave hecho vandálico que posiblemente intentó ocultar un robo que -por alguna razón desconocida hasta el momento- no llegó a consumarse.
El fuego se desató alrededor de las 3.40 de la madrugada en el comedor de la vivienda donde había una moto Honda 750 cc. Se presume que los autores del hecho utilizaron el combustible del vehículo para dar comienzo a un proceso ígneo que causa indignación y debe ser motivo de investigación.
Los delincuentes/vándalos accedieron a la quinta por un hueco que quedó en el alambrado que da a la calle Roque de Lucca. Previo a ingresar al inmueble, fueron forzadas dos puertas sin lograr abrirlas. La tercera fue la vencida: la entrada principal de madera finalmente pudo ser vulnerada. También violentaron otra puerta de reja que antecede a la de un galpón, aunque no pudieron acceder a esta dependencia ubicada a unos metros de la casa.
En ese trajín, se disparó la alarma y ese sonido en plena madrugada alcanzó a ser oído por algunos vecinos. Rápidamente, fue silenciada tras arrancar la carcasa que contiene la sirena que estaba instalada en lo alto de una de las paredes, hasta donde los delincuentes llegaron con una escalera de un viejo tobogán que encontraron en el lugar.
La intensidad del fuego causó rajaduras en las paredes, la caída de la tejas de la galería, roturas de vidrios de ventanas e importantes daños en el mobiliario. Por la alta temperatura se derritieron sillas, mesas y arruinó numerosos objetos. El humo tiznó cuartos, cocina y baño. Los daños prácticamente son totales.
"La casa estaba toda dada vuelta. No quedó un lugar sin revisar. Todos los armarios estaban tirados pero no se llevaron nada. Estaban los televisores, la bicicleta, una consola para pasar música que vale unos cuantos pesos, el horno microonda. No falta nada en la casa", dijo Carlos Sánchez, familiar directo del matrimonio dueño de la casa que suele estar habitada los fines de semana. "Hay que ser malo para hacer una cosa así", acotó el herrero mientras colocaba una puerta provisoria en la entrada principal. "Estamos igual que en el Gran Buenos Aires o peor", sostuvo otro allegado a la familia perjudicada por el siniestro con ribetes delictivos. "Estos están zarpados", agregó otro hombre que llegó a dar una mano.
Bomberos sofocaron el incendio, al tiempo que varias unidades policiales se hicieron presentes en el lugar, no así peritos que habían comprometido su presencia para las 17.

Donde hubo fuego
Este hecho no parece ser un caso aislado. A fines de enero de este año y a sólo cinco cuadras de distancia, un galpón fue incendiado de manera intencional tras un robo. Algunas semanas antes, pero en el barrio San Juan de Dios, una casa quinta también fue prendida de fuego de manera intencional luego de un robo. Por estos dos hechos, quedaron en la mira delincuentes juveniles –algunos menores- que residen en San Juan de Dios y en calle Santa Rosalía a pocos metros de Fray Manuel de Torres.