Antes de ser detenido, ladrón volvió a ser filmado en un violento asalto

Leonardo Juan Miguel Santillán Pueblas, el delincuente que quedó registrado por las cámaras de seguridad en -al menos- dos de los hechos que cometió en los últimos cuatro meses, fue detenido tras perpetrar un violento atraco en una tienda del barrio San Bernardo. Santillán Pueblas tardó más tiempo en concretar el últimos de los asaltos que en ser detenido por varias comisiones policiales del CPC.
El sábado, a las 11.03, entró a Tienda Acy, ubicada en Gálvez 583, sacó un revólver y apuntó a la dueña del comercio y a dos vecinas que son clientas. Tras permanecer unos 10 minutos en el local, se retiró en una moto que había dejado estacionada a la vuelta, sobre calle Mansilla. Seis minutos más tarde era arrestado cuando acababa de ingresar a una vivienda en el barrio Ameghino, cargando varios bolsos con la ropa que sustrajo.
De los cinco hechos que se le atribuyen, posiblemente el robo en la tienda fue el más violento de todos. A María Luján Chazarreta se le quebró la voz al volver a recordar ante EL CIVISMO la situación padecida: "Siempre tengo la puerta cerrada con llave pero esta vez aprovechó para entrar en un segundo, cuando una chica justo salía. Pero para mi ya había venido, aunque esa vez empujó y al estar la puerta cerrada siguió de largo", relató.
Pero esta vez todo fue distinto: "No dio opción. Cuando entró ya nos dimos cuenta que era un ladrón", agregó. La intuición femenina no estaba equivoca. Un instante después, el delincuente sacó el arma. A las clientas -madre e hija- las hizo tirar al piso. La comerciante, en cambio, ofreció resistencia ante un problema de salud que padece. Al delincuente, esto lo enfureció. Mientras en varios bolsos cargaba ropa y tomaba la plata de la caja, comenzó a ponerse violento. "Siempre estuvo apuntándome. Yo le veía el arma que era de color negro brillante y se le venían las puntas de algunas balas en el tambor. Me apuntaba, me agredió y me empujó", explicó la propietaria del local.
No conforme, el asaltante quería mas. Ordenó a la dueña de la tienda ir a la parte trasera del negocio. Chazarreta se negó, se desesperó y salió en defensa de las clientas. "Empezamos a forcejear, me tiró y me caí. Ahí le dije: "Ya está. Si querés, tirá un tiro que vas a quedar a grabado", relató entre sollozos. "Si me pasaba algo a mi no importaba, pero si le pasaba algo estas personas no me lo iba a perdonar mas. Tenía que protegerlas. Me jugué todo. Todos tenemos una fecha de vencimiento. O era ese día o será otro. Fue terrible", agregó, como con un sentimiento de culpa. "No se puede vivir así. Ya tenía la plata, la ropa", lamentó a punto de quebrarse emocionalmente.    
A las 11.13, el delincuente se retiró. La Policía fue alertada del hecho y minutos después, un móvil llegó a la tienda, dieron aviso a otra patrullas. El asaltante fue detenido en el barrio Ameghino. Algunos vecinos colaboraron con los efectivos policiales al delatarlo cuando lo vieron ingresar al domicilio de Tacuarí y Rojas con tres bolsos.
Oficialmente, se informó que la detención fue resultado de "realizar múltiples tareas de investigación tendientes a determinar la identidad de un sujeto que actuaba sin compañía y asaltaba a comerciantes en esta localidad". Con la detención de Santillán Pueblas, la Policía considera esclarecidos el asalto en Panadería El Progreso ocurrido en diciembre. Más cerca en el tiempo, está acusado haber robado el 21 de marzo en horas de la tarde a una empleada de otro negocio en Colón 1021, dónde sustrajo dinero, un ventilador de pie y dos celulares. Dos días después, pero en Sargento Cabral 1059, repitió su modus operandi contra una comerciante de apellido Marquiegui, a la que le sustrajo dinero y una balanza electrónica que también fue recuperada.
El viernes, pasadas las 23, sustrajo un televisor LCD de 32 pulgadas, una escopeta, un tensiómetro para diabéticos, relojes pulsera para damas y ropa, que también fueron recuperados a una comerciante de apellido Darré. Santillán Pueblas tiene 27 años y seguía delinquiendo, pese a que le habían otorgado un régimen de salidas transitorias mientras cumplía una condena de 11 años, según trascendidos, en la Unidad Penitenciaria de Campana.