Nueve preguntas para Savant

Lucio Ricciardulli dijo “creo que el ideal de cualquier artista sería ir caminando por ciudades que solo tengan murales”. Al respecto, si bien reconoce la utopía, no se queda de brazos cruzados y contribuye a la realización de su ideal en Luján. Se puede identificar una serie de murales suyos que comparten una estética singular, distribuidos por distintos puntos de la ciudad.

El apodo "Savant" aparece en varios murales distribuidos por Luján. Con este apodo firma sus obras Lucio Ricciardulli. El artista nació en 1984. Desde hace varios años, viene realizando su labor como artista de modo constante, en su ciudad natal como en distintos puntos del país.
EL CIVISMO se contactó con el pintor. Transcribimos el intercambio, para conocer el trabajo de este artista.

-¿Qué implica ser "graffitero" y por qué te interesaste por el graffiti?
-No me considero graffitero. Comencé a pintar motivado por el graffiti, aunque nunca tuve un acercamiento directo, ya que nací en una ciudad bastante alejada de la escena.  Investigando por Internet vi lo que se podía hacer con un aerosol y me cebó. Si bien uso materiales y técnicas similares lo que yo hago se lo puede llamar "muralismo" o "arte callejero," aunque si nos referimos a la acción misma lo que hago es pintar. Por lo tanto veo el graffiti como una expresión artística, sin entender muchas cuestiones relacionadas a su cultura madre. Sus atributos de accesible y público, creo, son las fundamentales.

-¿Por qué elegís las paredes y la calle? ¿Cómo abordás el espacio público?
-La principal decisión de pintar en la calle es por la necesidad de laburar en gran formato y con la intención de que mi obra se vea y se mueva, y para esto ese espacio es el mejor medio. La calle es el lugar en común, donde todos nos encontramos y expresamos, ya sea pintando o caminando. El nivel de comunicación es tan alto como la responsabilidad que tenemos como individuos al utilizarla: tirar un papel, una propaganda política o un mural artístico deberían partir desde un mismo punto de conciencia en la acción.

-¿Qué otros soportes usás además de paredes?
-No hay limitaciones en cuanto al soporte, se puede pintar en cualquier cosa, desde una tabla de skate, hasta un auto. Yo sobre lo que más pinto es pared, tela y papel.

-¿Qué graffitis hiciste en Luján? ¿Cuántos murales has hecho, en total?
-En Luján la mayoría de los trabajos que hay míos son hechos por encargo, en donde el diseño está condicionado por la intención del cliente, por el centro hay un par. No sé cuántos murales hice en total, pero trato de subir todo lo que hago.

-¿Cómo experimentás los trabajos hechos por encargo?
-Lo bueno de hacer murales por encargo es que tengo que representar algo que no es lo que yo pintaría generalmente, entonces para resolverlo tengo que aplicar otros métodos y de ahí salen cosas nuevas y se aprende mucho.

-¿Cómo te educaste visualmente?
-Mis viejos son artistas, así que mi educación visual nació conmigo. En el colegio la materia que más me gustaba era plástica. Fui varios años al taller de escultura de Mariti. En la secundaria tuve la suerte de ir a la Industrial y ahí aprendí dibujo técnico, materia que volví a estudiar en la UNLU y en la UBA. Del CBC me sirvió mucho Pensamiento Proyectual y Dibujo. Cursando Diseño Industrial, flashé con Morfología, de la Cátedra Bianchi Lastra, fue lo más.

-¿Quiénes son tus referentes al respecto?
-Mi viejo sin dudas es el referente más directo que tengo, debe ser del único artista que conozco toda su obra y me parece buenísima. Después hay varios artistas de los que voy siguiendo sus obras: Ariz, Inti, Herakut, Etan Cru, Curiot, Void... De los locales me ceba mucho lo que están haciendo Ever, El Marian, Jaz y adoro el minimalismo de Elian.

-¿Cuáles son las tendencias actuales del arte urbano? Y en este sentido, ¿qué tiene de particular tu arte?
-No sé cuáles son las tendencias, pero, en general, la movida sigue tendiendo a la masividad. La mayoría de la gente tiene conocimiento de este movimiento, lo acepta y lo valora. Ojalá la tendencia sea que los murales vayan reemplazando cualquier tipo de publicidad. La publicidad en la vía pública debería estar prohibida, porque es cada vez más invasiva, te obligan a que te fumes su anuncio y no te dan opción a bloquear esa imagen. El mural es igual de invasivo, pero con otro fin: te puede gustar o no la obra, pero si la realización fue con un fin positivo.
Creo que el ideal de cualquier artista sería ir caminando por ciudades que sólo tengan murales, pero en una sociedad de consumo donde el sistema necesita promover cada vez más falsas necesidades y en donde los políticos hacen campaña escrachando todas las calles con sus nombres, resulta ser una utopía.
 
-¿A qué aspirás como artista?
-Uno está en la búsqueda constante de una identidad artística, lograr un lenguaje que te parta la cabeza. Eso es a lo que aspiro ahora y a lo que me dedicaré mientras siga teniendo ganas de pintar. Refiriéndome a los murales en sí, la idea siempre es pintar más y más grande.

Tal vez hayan servido estas preguntas y respuestas como nueve claves para conocer mejor el singular trabajo de este artista. Habrá que estar más atento cuando se ande por la calle, acaso nos roben un momento de distracción, interpelándonos con una obra de arte.