Tras una larga espera, reanudaron las visitas en Luján Primera

A las 16.30 y luego de esperar por mas de siete horas frente la seccional local de Policía, familiares consiguieron algunas concesiones de una serie de demandas que hicieron públicas este lunes. Previa firma de un acta en la que medió un abogado oficial, accedieron a visitar a sus allegados que están privados de la libertad. Pero el punto principal, tener visitas de contacto o higiénicas, no fue resuelto debido a que la Comisaría no se encuentra en condiciones.  
Después del mediodía, una veintena de personas se juntaron en la vereda impar de Las Heras al 300 para protestar por las condiciones de alojamiento al tiempo que la Policía reforzaba la puerta con una fila de cinco efectivos dispuesto a no permitir el ingreso al edificio. Además de la comida, los familiares denunciaron que los calabozos no están en condiciones ya que los presos "tiene el agua en los tobillos, los policías no pasan los alimentos que se acercan, como así tampoco elementos de limpieza y para higiene personal".
El padre del detenido Leandro Monzón solicitó que su hijo sea trasladado a una comisaría cercana a Tres de Febrero, donde reside, debido a las complicaciones que implica venir a visitarlo, agravadas por el hecho de que se encuentra desocupado. Asimismo, pidió asistencia médica, dado que sufre de asma. La madre de otro detenido desmintió que el lunes a su hijo lo hayan llevado al Hospital para curarlo de una herida de bala que tiene en una de sus piernas, a pesar que salió en un móvil policial con destino presunto al nosocomio. "Dieron una vuelta y cuando ustedes (por la prensa) se fueron lo volvieron a traer", declaró.
"La gaseosa que traemos, no se la dan", aseveró un muchacho. "Mi hermano dijo que le dieron la mitad de unos Patys y estuvieron tres días descompuestos con vómitos y el agua que le dan está contaminada", añadió. "Se comen la comida de los presos y los mandan a robar. Los 30 que se escaparon, los largaron ellos", dijo enfurecida una señora mayor, cuyo nieto de 18 años está preso desde fin de 2014 tras robar una camioneta y tirotearse con la Policía. Mas calma, luego reconoció: "Yo estoy llena de vergüenza por lo que hizo y tiene que pagar por lo que hizo, pero no tienen porque torturarlos. Me duele en el alma, pero después salen peores".
Pese a la distancia, la mayoría de los familiares pidieron la "clausura" de las celdas de Luján Primera por que no reuniría las condiciones mínimas aceptables para alojar presos y el traslado a otras comisarías como Suipacha, Chivilcoy, Mercedes o Alberti donde, aseguraron, son "tratados como personas y no como animales como están acá".
"Es mentira que están bien, si los cagan a palos. Los policías leen las cartas y por los dos teléfonos que hay para comunicarse no se puede hablar porque están escuchando todo", apuntó la concubina de otro detenido.
A las 15.46, de una patrulla bajaron dos jóvenes esposados. Los detenidos ingresaron a la Comisaría, aunque a las 16.05 recuperaron la libertad. Minutos después el abogado oficial comunicó a los familiares que "vio bien" a los detenidos aunque esperaba que un medico los revisara, llevando de este modo un poco de tranquilidad en otra tarde cargada de angustia y zozobras.