Atan a tres personas y les desvalijan la casa

Lunes//El hecho ocurrió en una vivienda ubicada en Avellaneda y General Paz, en donde un matrimonio y su hijo fueron maniatados por delincuentes. Horas después, pegaron tres carteles en las paredes del frente de la casa para exponer lo que les pasó.

Un matrimonio y su hijo fueron maniatados por delincuentes que entraron a robar en una vivienda situada en la esquina de Avellaneda y General Paz. Eran aproximadamente las 15 cuando los moradores de la vivienda se disponían a dormir la siesta en la cálida tarde del lunes feriado.
Pero el descanso no llegó a concretarse debido al ingreso de tres jóvenes que portando una navaja, un cuchillo tipo tramontina que encontraron en la cocina y un palo redujeron al matrimonio e hicieron lo propio con el hijo que estaba durmiendo en la planta alta.
Los asaltantes fueron descritos por Susana, una de las víctimas, como personas jóvenes, de unos 20 años, bien vestidos y que calzaban costosas zapatillas. Para entrar a la casa, los delincuentes treparon por un tapial, accedieron a un pequeño patio y con el palo de un escobillón violentaron una ventana.
Cuando el matrimonio se dio cuenta de un extraño ruido, ya tenía a los ladrones en la cocina. Las víctimas fueron atadas de pies y manos con el cable del teléfono. Al hombre lo golpearon con patadas en la espalada. El hijo también fue reducido y maniatado.
Con la situación bajo control, exigieron la entrega de dinero, objetos de oro y pedían dólares. En los interminables minutos que duró el atraco, los malvivientes prácticamente dieron vuelta toda la casa. Buscaron en el lavarropas y hasta abrieron la bolsa de la aspiradora en la creencia de que podía estar oculto en el sitio menos imaginable moneda estadounidense.
Además de algo de dinero que el dueño de casa tenía para pagar sueldo de sus empleados, el trío de hampones arrasó con todo lo que encontró en la casa: desde el televisor plasma hasta documentos de las víctimas, desde cacerolas de acero inoxidable hasta las llaves de la casa y el auto y desde objetos de valor hasta la mochila con elementos de estudio del joven, y gran cantidad de ropas. Todo lo robado fue guardado en valijas y habría sido cargado en un vehículo que, según una vecina, fue estacionado en la puerta del garage.
La Policía con dos patrullas se hizo presente en el lugar. Uno de los oficiales admitió ante las víctimas que están desbordados por los hechos de inseguridad que se suceden de manera imparable en la ciudad. La división Científica fue convocada para recabar huellas pero las posibilidades de dar con los autores aparecen como remotas.
Desolada ante el espantoso momento padecido, Susana resumió lo que está ocurriendo en la ciudad: "No se puede vivir más así", dijo con la voz entrecortada. Horas después, pegaron tres carteles en las paredes del frente de la casa. Bien visible puede leerse lo que les pasó. Un mensaje para los vecinos en caso de no haberse enterado lo sucedido, para quienes pasan circunstancialmente por esta esquina, para las autoridades pertinentes y también dirigido para los delincuentes que se tientan fácilmente por todo aquello que le es ajeno.