El funámbulo Sebastián Petriw caminó sobre el río Luján

El artista regresó a nuestra ciudad para caminar sobre uno de los cables de la tradicional aerosilla. En diálogo con el programa “5 y 7” de radio Universidad de Luján (FM 88.9), aseguró que “para hacer esto no hay que estar loco, sino muy centrado”. “Caminar sobre una cuerda es como estar en el aire sin volar y caminar sin tocar la tierra”, agregó.

El funámbulo Sebastián Petriw regresó una vez más a nuestra ciudad para caminar sobre uno de los cables de la tradicional aerosilla que atraviesa el río Luján. El artista oriundo de Moreno ya había visitado Luján en 2012 para caminar sobre una cuerda tensada sobre la Plaza Belgrano, frente a la Basílica Nacional. En esta ocasión, lo hizo sobre un tramo de la famosa atracción turística, alcanzando una altura de 12 metros sobre el nivel del río Luján.
Petriw dialogó con los periodistas Eduardo Spalletta y Adrián Terrizano, conductores del programa de noticias "5 y 7", que se emite por Radio Universidad de Luján (FM 88.9), donde aseguró que caminar sobre una cuerda tensa "es como estar en el aire sin volar y caminar sin tocar la tierra". "Lo primero que piensa la gente sobre mi actividad es que estoy loco, pero yo siempre digo que para hacer este tipo de cosas justamente hay que estar muy centrado y tener la decisión firme de querer hacerlo", explicó el funámbulo. "Puede parecer un oficio muy extraño o una tendencia suicida, pero detrás hay una profunda pasión y muchísimos años de práctica continua para desarrollar una técnica y poder aplicarla correctamente, disfrutándolo cada vez que se hace", agregó.
Petriw indicó que es la cuarta vez que desarrolla un espectáculo en Luján, al tiempo que evocó sus inicios: "Comencé de forma autodidacta, cuando no había ningún funámbulo profesional, así que me compré una cuerda y empecé a practicar colocándola entre un duraznero y un ciruelo del fondo de mi casa". "Esa fue la base de este maravilloso oficio que me llevó a trabajar profesionalmente en Europa y me permitió recorrer muchos países del mundo. Estoy muy agradecido", completó.
Consultado por el alto grado de riesgo que implica la actividad, sostuvo que "es una cuestión filosófica, porque el riesgo lo vas a correr siempre". "Cada vez que vos te subís al coche estás corriendo un riesgo, porque por más que vos tengas seguridad de que estás manejando bien te topas con cientos de personas en la ruta y estás dependiendo del comportamiento correcto de ellos", comparó, en tanto subrayó que "el riesgo está en todas las instancias de la vida, igual que la felicidad".
"Depende de cómo vos te enfoques en lo que querés hacer. Cuando estás caminando en la cuerda floja estás enfocado en querer llegar al otro lado, es el objetivo motivador, pero lo importante es poder disfrutar el camino que hacés para llegar al otro lado. Es la misma filosofía yo trato de llevar a la vida en general. Hay una confianza depositada en esta pasión que uno le dedicó tanto tiempo. No estás intentando nada, sabés que vas a hacerlo. Por eso la preparación es más mental que física", indicó Petriw, quien lleva 17 años abocado a la práctica del funámbulismo, llegando  caminar a 50 metros de altura en Francia y Argentina.
"Es la cuarta vez que estuve en Luján, la primera fue en 2005. El proyecto final sería cruzar el río de orilla, pero este tipo de espectáculos requiere algún tipo de apoyo gubernamental o de algún otro organismo. No es que yo voy y hago lo que quiero y donde quiero. Si estuvieran dadas estas condiciones, tengo el equipo y el soporte técnico para hacerlo", concluyó.