Jáuregui explotó con el ascenso de Flandria

Cuando en la madrugada el colectivo con la delegación de Flandria llegó a la sede social de la institución, Jáuregui ya era una fiesta. Es que desde temprano miles de hinchas se habían congregado en el gimnasio de la calle España para ver por pantalla gigante el encuentro desempate frente a San Telmo, que se disputó a puertas cerradas.
Del festejo por el gol de Rubén Molina, los Canarios pasaron a la preocupación del empate y esa tapada clave de Griffo que pudo haber cambiado la historia. Pero la fiesta estalló con el grito de Montenegro y el moño de Costa para cerrar la historia en Florencio Varela. Abrazos, cantos y lágrimas, muchas lágrimas para celebrar el ascenso.
La celebración continuó en las calles de la localidad, aunque nadie se movió para esperar a ese colectivo proveniente del sur de la provincia de Buenos Aires y que traía a los héroes de la noche. Por eso, los futbolistas fueron recibidos tal como lo merecían, para festejar la vuelta olímpica y volver a la categoría que habían perdido hacía apenas seis meses.