Consejos para el cuidado y mantenimiento del lavarropas

El cuidado y mantenimiento de la lavadora no requiere de demasiado esfuerzo ni tiempo, sólo de algunas tareas periódicas para lograr un trabajo más eficiente de nuestro aparato.

La lavadora o lavarropas es uno de los electrodomésticos más utilizados en la casa. Si queremos que nos dure por más tiempo en excelentes condiciones de uso, es imprescindibles que le hagamos un mantenimiento cada tanto y que, además, lo usemos correctamente para no dañar ninguna de sus partes o mecanismo.
El cuidado y mantenimiento de la lavadora debe comenzar desde el primer momento en que este aparato llega a la casa. Por eso, es muy importante elegir el lugar adecuado para el mismo.
El ambiente de la casa elegido no debe ser muy húmedo, debe contar con un piso firme y con una ficha para enchufarlo en perfectas condiciones, y con toma a tierra. No se recomienda utilizar alargadores o prolongadores para conectar el aparato.
Si ningún ambiente reúne estas características, será mejor remodelar alguno antes de instalar la lavadora.

Limpieza de filtros de la lavadora
La mayoría de los lavarropas posee dos filtros. Uno que filtra el agua que entra y otro, que generalmente se encuentra en la parte delantera del aparato, filtra el lavado. Ambos deben ser revisados periódicamente para comprobar que se encuentren limpios; sólo basta con retirar y quitar la suciedad. Generalmente, las impurezas se eliminan fácilmente colocando debajo de un chorro de agua.
Para el primer filtro, que es el que se encuentra en la toma de agua, deberemos cerrar la llave de paso, retirar la manguera y luego la rejilla que hay en su interior, lavarlo y volverlo a colocar. Esta rejilla impide que entren impurezas que el agua puede acarrear dentro del lavarropas.
El otro filtro es el que retiene la suciedad del agua que se utiliza para lavar, y son las que generalmente se desprenden de la ropa que estamos lavando; es muy común encontrar hilos, pequeños papeles, piedrecitas, etc.

Limpieza de los depósitos del lavarropas
Los depósitos donde se colocan el jabón en polvo y el suavizante también deben ser limpiados con frecuencia. Igual que en el caso anterior, se retiran y se enjuagan bajo el chorro de agua. Si no logramos limpiarlos en su totalidad, podemos utilizar una esponja suave para ayudarnos.
El cuidado y mantenimiento de la lavadora no requiere de demasiado esfuerzo ni tiempo, sólo de algunas tareas periódicas para lograr un trabajo más eficiente de nuestro aparato.

Fuente: Comohacerpara.com