“Clausurar geriátricos también vulnera los derechos de los abuelos”

Jueves//Funcionarios de la Dirección de Fiscalización Sanitaria de la Provincia de Buenos Aires se refirieron a los controles en los hogares de adultos mayores y los alcances de la nueva normativa. “Si nosotros vemos que hay riesgo serio, ahí sí tomamos las medidas necesarias”, afirmaron.

Integrantes del equipo técnico de la Dirección de Fiscalización Sanitaria de la Provincia de Buenos Aires brindaron esta mañana una conferencia de prensa en la Municipalidad para referirse a los controles sobre los geriátricos de nuestra ciudad y los alcances legales de la nueva normativa. En tal sentido, ratificaron que de los 21 hogares para abuelos existentes en el distrito de Luján solamente seis están correctamente habilitados, aunque una clausura masiva también vulneraría los derechos de esos adultos mayores.
 "Es un tema que preocupa mucho a la comunidad", sostuvo Sergio Sequeira, subsecretario de Políticas Sociales, quien estuvo acompañado por el secretario de Salud, Alberto Luccón. Por eso, se detallaron estrategia que tiene la provincia de Buenos Aires para regularizar junto a los municipios "algunos geriátricos que tenemos acá en Luján y con problemas".
En ese sentido, Silvia Caballero, subsecretaria de Control Sanitario, sostuvo que el objetivo es "acompañar al Municipio de Luján que está trabajando muy bien con el tema del control de estos hogares para ver cómo llevamos adelante el programa de normalización de Hogares-Geriátricos que tiene la provincia y el Ministerio de Salud. Este programa se viene implementando hace dos años aproximadamente y en ese momento se dieron varias cosas a la vez. Una fue que es un problema de toda la provincia de Buenos Aires, porque surgieron un montón de hogares en todos lados, sin control ni ver qué es lo que estaba pasando".
En esa línea, la funcionaria provincial explicó que "este programa de normalización está a la par de la nueva ley que se aprobó en el Congreso de la Provincia de Buenos Aires. Allí se crearon nuevas categorías de hogares y, además, se incorpora la cogestión con los municipios. La importancia de esta cogestión es porque los municipios están en contacto directo con su población y saben  qué es lo que tienen y qué es lo que no está bien. Nosotros, como organismo de aplicación de la ley, somos los que tenemos el poder de policía para acompañar a los inspectores".
De todas formas, Caballero dijo que "hay una mirada distinta, nosotros tenemos como centro el sujeto que es el abuelo. Ahí es donde vamos a apuntar, tenemos que ver que el abuelo esté bien, cuidado desde el punto de vista de la salud y de sus derechos. El abuelo es una persona con todos los derechos presentes. Para nosotros es un desafío trabajar con los municipios".
En este tiempo, inspectores municipales de nuestra ciudad participaron de programas de capacitación donde "han aprendido lo que es la norma y sobre los derechos humanos de todo y de los adultos mayores en particular".
"Sabemos de la necesidad de estos hogares y que si nosotros nos lleváramos solamente por la norma tendríamos que clausurar muchos de estos hogares. No es nuestra intención ni creo que es la del municipio. Porque en realidad no tendríamos donde alojarlos. Pero sí ir a visitarlos y que tomen consciencia los dueños de estos hogares que tienen que ir normalizándose y corregir aquellas cosas que no están bien. Por supuesto que si nosotros vemos que hay riesgo serio, ahí sí tomamos las medidas necesarias para poder trasladarlo y, conjuntamente con el municipio, evacuaremos lo que sea necesario", sostuvo Caballero.
Por eso, los equipos conformados "están visitando los hogares y relevando lo que están haciendo. Ya el Municipio ha trabajado previamente con el relevamiento con la cantidad de hogares que hay. Ya sabemos dónde ir. Hay 21, de los cuales 6 están habilitados. Eso es lo que estamos viendo y normalizando".
"Otra cuestión que está en el programa de normalización es que los municipios tengan un lugar donde las personas puedan ir para realizar el proceso de habilitación. Es decir, venir acá y asesorarse -ya que están capacitados los inspectores- de cuáles son las cosas que tienen que presentar. Y hasta que no esté toda la documentación presentada no hacer el expediente en La Plata, que también es engorroso", agregó.  
Por su parte, Pablo Binaghi, director de Fiscalización Sanitaria de la Provincia de Buenos Aires, explicó que el objetivo de las nuevas normativas es la no institucionalización del abuelo, al tiempo que confesó que cuando se inició este proceso había una "altísima clandestinidad de instituciones" en todo el territorio bonaerense.
En esa línea, Bineghi expuso una posible explicación a la situación: "El tema de los adultos mayores es un problema social. La tendencia demográfica, dado el desarrollo de las nuevas tecnologías para la cura de enfermedades, hace que muchas enfermedades agudas que antes mataban a la gente hoy se han cronificados. La expectativa de vida aumenta y es de esperarse que todos nosotros vamos a ser más longevos. Cada vez va a haber más adultos mayores. No en vano de que surgen nuevos geriátricos espontáneamente, tiene que ver que hay una demanda de esos espacios. Esa demanda tiene una de las razones en esta cuestión de mayor longevidad. La tendencia mundial es esa".
"El abuelo solo en la casa, sin el resto de la familia, muchas veces comienza a cometer errores por distracciones. Entonces esto, a muchas familias, obliga a institucionalizar al abuelo, es decir, llevarlo a un geriátrico. Esta institucionalización, incluso en muchos casos en contra de la voluntad del adulto mayor, si no hay un juez que lo declare insano, es privación ilegítima de la libertad. Ese sujeto, por más que tenga más de 65 años, no ha perdido sus derechos", dijo Bineghi.  
Según el último censo, en la provincia de Buenos Aires hay 60.000 presos delincuentes que, se presume, han cometido un delito. "Los adultos mayores son cuatro veces más. La gran mayoría están privados de su libertad en contra de su voluntad. Y el único delito que cometió fue cumplir más de 65 años, sus derechos hasta hace muy poco tiempo no los cuidaba ni los protegía nadie, se les enajenaban sus bienes, se vendían sus propiedades, y esta condición era hasta la muerte. Fíjense lo terrible de la situación, de qué manera vulneramos los derechos de estas personas. Esto pasó a ser central en el programa de normalización", agregó.
Por eso, uno nueva tipología que busca romper con la estructura del antiguo geriátrico es el "hogar de día, que funciona en forma diurna en la cual el adulto mayor concurre. Entonces, cuando todo el mundo está trabajando, el abuelo está con sus pares y a la noche dormimos todos en casa".
De esta forma, se busca frenar la institucionalización compulsiva. Por eso, el funcionario explicó que "la clausura de los geriátricos también vulnera los derechos de los abuelos, salvo que corran riesgo de vida por las condiciones edilicias. Ese abuelo que fue desarraigado de un hogar, se socializa en otro lugar, genera una segunda familia, y nosotros porque la falta un mosquitero agarramos y lo sacamos. Lo arrancamos nuevamente en contra de su voluntad y lo llevamos a, por ejemplo, General Rodríguez. Nosotros nos quedamos re tranquilos porque lo sacamos de un lugar donde podía contagiarse dengue y lo alejamos de la familia, de sus nuevos compañeros y tal vez de su pareja".