“Todo parte de la idea de que los niños son sujetos de derechos”

Martes//La Casa de Abrigo, que alojará a niños y adolescentes en riesgo, está próxima a iniciar su funcionamiento. El espacio estará integrado al Servicio Local de Protección y Promoción de los Derechos de Niños y Adolescentes.

En el corto plazo, Luján pasará a contar con una Casa de Abrigo para la recepción transitoria de niños que padecen vulneraciones graves de sus derechos. La iniciativa, que se integrará al Servicio Local de Protección y Promoción de los Derechos de Niños y Adolescentes, forma parte de los alcances que plantea la Ley Nacional 13.298.
El inmueble, cuya ubicación se mantiene en reserva, ya fue alquilado y también se estructuró el equipo de profesionales que tendrá a su cargo la nueva iniciativa. Además, se logró la obtención de un aporte del Fondo de Seguridad.
En diálogo con este medio, el subsecretario de Políticas Sociales, Sergio Sequeira, y la subdirectora de Abordajes Integrales de las Unidades Domésticas, María de los Ángeles Escuarchi, adelantaron aspectos del funcionamiento que tendrá el Hogar de Abrigo y analizaron cuestiones vinculadas a la difícil situación que atraviesan muchos niños y adolescentes.
"Somos uno de los pocos municipios donde el Servicio Local tiene guardias. Esto significa que si se presenta una situación, hay profesionales para intervenir en cualquier momento", indicó Escuarchi.  
-¿En qué instancia se encuentra el proyecto de la Casa de Abrigo?
- Sequeira: "El inmueble ya está alquilado y está el equipo formado, integrado por distintos profesionales. La idea no es sólo trabajar con los chicos sino también con las familias".
- Escuarchi: "Según la ley 13.298, todos los municipios deben tener las herramientas necesarias para alojar a niños en situaciones de vulneración de derechos graves. La Casa de Abrigo es diferente a un hogar, porque es algo transitorio. Los niños van a estar un tiempo hasta que puedan volver con las familias o con algún referente. La otra posibilidad es el traslado a una institución. Todo parte de la idea de que los niños son sujetos de derechos".
- ¿Qué importancia creen que le atribuye la sociedad a este tipo de iniciativas?
- Sequeira: "Es muy difícil hacerle entender a la gente que es un camino largo. Pero si estos chicos, que van a pasar a estar contenidos, ven que hay gente que les da afecto, va a ser más difícil, por ejemplo, que salgan a delinquir porque saben que hay otra vida. Es importante que la gente conozca estos temas y apoye. También se trabaja con chicos que están pidiendo en los semáforos o en las casas de comidas. El abordaje viene siendo con una guardia permanente que tenemos. Ya no tenemos tantos chicos en las esquinas de los semáforos. Lamentablemente, para muchos chicos estar en la calle significa estar más protegidos que en sus casas, donde hay violencia".
- ¿Cómo será el funcionamiento?
- Escuarchi: "Se va a trabajar articuladamente desde el Servicio Local, que va a ser el encargado de detectar las situaciones para luego tomar una medida de abrigo provisoriamente. Incluso si hay casos de violencia general también intervendrá la Subdirección de Género".
- ¿Qué estadísticas manejan sobre chicos afectados por situaciones de violencia?
- Escuarchi: "Desde que comenzó el año hasta el 31 de julio, habían llegado más de 350 denuncias al Servicio Local, que en algunos casos involucran a más de un niño. Esa cifra supera estadísticas de años anteriores. La difusión de nuestro trabajo hace también que hayan aumentado las denuncias. Las situaciones llegan a través de la Comisaría de la Mujer o directamente por denuncias a nosotros. Hay denuncias por situaciones muy graves y aberrantes, donde están involucrados niños. En general, uno ve que la violencia se ha incrementado a nivel social. Es importante comprender que estos temas nos atraviesan a todos".

OTRA SITUACIÓN
- ¿Qué trabajo destinan desde el área para abordar la problemática de chicos involucrados con delitos?
- Escuarchi: "El Servicio Local está conformado por cuatro equipos. Uno de los equipos trabaja puntualmente con jóvenes en situaciones juvenil-penal. Ese equipo está a cargo de un psicólogo y de una trabajadora social. Ellos trabajan con chicos que han tenido causas, conjuntamente con el ex Juzgado del Menor y otras dependencias judiciales. Lo que se hace es un seguimiento a través de proyectos. Estamos teniendo buena participación y adhesión. Vemos que el 90 por ciento de los chicos que pueden sostener estos espacios no reinciden en las situaciones delictivas. También se trabaja con las familias. Estamos hablando de situaciones y problemáticas complicadas. Se trabaja con chicos entre 16 y 18 años. Después hay otras situaciones que no tienen que ver con lo penal".
- ¿Cuál es el perfil de esos adolescentes?
- Escuarchi: "Básicamente, el perfil tiene que ver con entramados familiares y sociales. Hay historias de todo tipo, violencia, situaciones de maltratos. Eso no quiere decir que todos los adolescentes con esas situaciones reaccionan igual, pero existe un punto común. Antes de llegar a la comisión de un delito, han sufrido violación en sus derechos.