Clásica y barroca

Domingo//Los repertorios ofrecieron piezas representativas del Barroco. Tocó su clave Alfredo Spitale y cantó la soprano Evangelina Jurado, acompañada por Mariano Irschik, Juan Bellagamba y Sebastián Strauchler. El evento sirvió para que los lujanenses pudieran asistir a un necesario concierto de música clásica y, además, de buena categoría.

El domingo pasado tuvo lugar la tercera noche del ciclo Domingos de Clásica, en el Teatro Municipal. Como sucedió con los recitales anteriores, los músicos que se presentaron fueron de primer nivel. Gracias a esta iniciativa, el público lujanense tuvo la oportunidad de apreciar la música académica. Y los músicos locales que se dedican a ella -y no es un dato menor- también tuvieron la ocasión de hacerlo en público y para todos, en su ciudad.

CONCIERTO DE CLAVE
Alfredo Spitale ejecutó tres piezas: Chacone, de Handel; Suite nro. 13 en Sol Mayor, de Croft; y Voluntary, de Stanley. A estos compositores se los considera como figuras clave del Barroco, alemán en el primer caso, inglés en el segundo y tercero.
El músico local, —profesor al fin y al cabo—, mediante su concierto procuró entusiasmar a los diletantes y acercar la música clásica a los menos entendidos. Lo primero lo logró con el virtuosismo y lo segundo, con las explicaciones consiguientes para que quienes no contaban con la información imprescindible para disfrutar del fenómeno estético, pudieran hacerlo ahora.
El dato inusual es que Spitale tocó con su propio clave, también conocido como clavecín o clavicémbalo, uno de instrumentos barrocos por excelencia. Spitale explicó cómo se elaboraba, cómo funcionaba y cómo se ejecutaba.
El clave se inventó durante el Renacimiento, entre los siglos XV y XVI. Se popularizó durante los siglos XVII y XVIII. Era habitual que cada casa prestigiosa tuviera un clave. Luego fue cayendo en el olvido progresivamente, hasta su desuso a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. Entonces la mayoría de las piezas escritas para él empezaron a ser interpretadas en el nuevo pianoforte, antepasado del piano moderno.
Su estructura básica consiste en uno o dos teclados. Al presionar cada tecla, una púa, que se encuentra en una pequeña estructura de madera llamada martinete o saltador, eleva la cuerda correspondiente, punzándola. Esto produce un sonido determinado (nota). El volumen del instrumento no varía, al menos perceptiblemente, según sus teclas se opriman suave o fuertemente, solo se consigue un cambio de volumen agregando registros o acoplándolos.

ENSAMBLE BARROCO
Evangelina Jurado es cantante (soprano) y directora coral. En esta ocasión, junto a Mariano Irschik (órgano), Juan Bellagamba (cello barroco) y Sebastián Strauchler (tiorba) interpretó once temas: Strozzi, Scarlatti, Cesti, Rossi, Vivaldi (2), Monteverdi, Cesti, Bononcini, Caccini y Da Gagliano.
El programa es parte de la tesis de licenciatura de Jurado. Entre pieza y pieza, intervinieron Luis De Gyldenfeldt y Fernando De Gyldenfeldt, a la manera de bufones. Uno recitaba textos sobre el amor y el otro, como contrapartida, recitaba fragmentos del "Tratado de las pasiones del alma", de René Descartes.
Durante todo el concierto, en pantalla aparecieron las letras de las canciones, subtituladas, para que quienes no las conocían o no seguían el idioma, pudieran comprender mejor.
En pocas palabras, este Ciclo es imprescindible. Quienes duden al respecto, miren en torno y piensen en eso de que la enseñanza estética lo es también ética.