El mantenimineto y los proyectos de paisajismo

Para apreciar mejor el resultado final de un proyecto de paisajismo, es necesario algo de tiempo y que se dedique un poco de atención a las plantas.

Para apreciar mejor el resultado final de un proyecto de paisajismo, es necesario algo de tiempo y que se dedique un poco de atención a las plantas. El posterior logro de lo que fue proyectado en un plano depende mucho de la cualidad del mantenimiento, pues el desarrollo de las plantas caracteriza el trabajo de quien cuida de estas. Hay que estar atento a las señales que te mandan, para poder evaluar la actividad de tu jardinero.
Solamente la creación del jardín no garantiza el resultado final. Las plantas necesitan tiempo para llegar al efecto deseado, y por eso es importante un buen mantenimiento.
Lo primero en preocuparnos debe ser el riego y el abonado. Las plantas son iguales que las personas, como seres vivos, son más sensibles a enfermedades cuando están mal nutridos o deshidratados.
Cuatro puntos demuestran la calidad del mantenimiento: hojas, floradas, drenaje y la presencia de plagas. Las hojas deben ser muy verdes. Hojas amarillas o con puntos indican enfermedades o fallos en el abonado (o falta de este). Hojas torcidas significan falta de agua. Las flores que no llegan a abrirse, caen o se mueren antes del tiempo, indican enfermedades o que carecen de abono. Ya el agua charqueado, es obviamente señal de mal drenaje.
Existen otros dos aspectos que pueden enseñarnos la calidad del trabajo del jardinero: el corte de césped y el tipo de productos utilizados. Un buen jardinero mantiene todo el césped a la misma altura, y utiliza productos biológicos y orgánicos para el control de plagas. La aplicación de productos naturales es tan eficiente cuanto la de químicos, además demuestra una consciencia ecológica y una preocupación con el bien estar de los residentes y animales de la casa.
Pero no solo posibilitar el completo progreso de las especies, cuidar de las podas y de la limpieza del entorno, es la tarea del jardinero. Este también debe asegurar el respeto por el estilo del jardín. Un gran indicador de la cualidad del trabajo de ese profesional es como mantiene las líneas originales. Es muy común que los jardineros desfiguren el proyecto, cambiando el diseño de los parterres. A veces, dejan el césped invadir los arriates o lo cortan demasiado.
La inserción de nuevas especies y hasta mismo la repetición de plantas ya existentes en sitios no previstos en el proyecto, son hábitos usuales, que terminan por desfigurar el paisajismo. La intervención por cuenta propia, sin consultar al profesional responsable, por más que el efecto visual sea bueno, despoja de personalidad al jardín. Cuando alguna planta se muere, el buen jardinero debe sustituirla con otra de la misma especie.
Simetría y correspondencia de especies según el estilo elegido, son factores importantes en la elaboración del proyecto, y estas reglas son a menudo incumplidas cuando el jardinero no sigue la orientación del profesional responsable. Es aconsejable el diálogo entre el jardinero y el paisajista, un trabajador-jardinero fijo contribuye para un mejor entendimiento.
El jardinero debe ser atento y observador para darse cuenta si las plantas están o no felices y, debe consultar el paisajista cuando necesario. Para cuidar de jardines donde el mantenimiento es hecho esporádicamente y la variación de empleados es constante, recomendase la contratación de empresas especializadas en mantenimiento.

Monique Briones
Ing. Agrónoma - Paisajista