A los 42 años, murió Sonia “La Rosarina” Formigo

Miércoles//Fue una caracterizada hincha de Club Luján y autora de un crimen en 2010 en el barrio La Palomita Vieja, aunque ya había estado detenida por delitos menores.

El lunes 21 de julio murió Sonia Isabel Formigo. Para muchos una absoluta desconocida, para otros simplemente "La Rosarina". Tenía 42 años de una vida intensa, cargada de penurias y sufrimientos. Su punto de inflexión fue un hecho de sangre en el que se vio implicada una noche de 2010, convirtiéndola en una de las 15 mujeres asesinas que tiene registrada la crónica policial lujanense en los últimos 100 años.
Formigo fue una mujer pasional. Una "rolinga" para unos, una "varonera" para otros, que conoció excesos de todo tipo. Solía ir a la cancha y treparse del paravalanchas como el hincha más radical del Club Luján.
De contextura física robusta que imponía respeto, durante muchos años no se llevó bien con la ley. En 2001 cayó presa por asaltar varios comercios. No se le achicaba a nada y era capaz de aplicar la violencia si alguien se animaba a enfrentarla. Ese año fue protagonista de los desmanes en ocasión de un partido de fútbol entre Club Luján y Sacachispas en Villa Soldatti. El encuentro fue suspendido por incidentes. Formigo fue la única mujer en terminar presa tras oponer resistencia y dejar nocaut a un policía de la Federal. Aquel episodio muchos en el ambiente del fútbol todavía lo recuerdan por haber salido hasta en Crónica TV.
"La Rosarina" era de armas tomar y salir a robar. Uno de esos raid delictivos la depositó por primera vez en la cárcel. Además de no pasar inadvertida, muchos la conocían de la calle. Y fue precisamente una de las víctimas quien le sacó la ficha y orientó a los policías que la detuvieron una mañana de mayo en el barrio San Cayetano.
Con 32 años y de vuelta en las calles, "La Rosarina" no pudo con su genio. Tras un tiempo en calma y haciendo buena letra, cayó en la tentación de lo ajeno. En consecuencia, fue presa nuevamente.
"La Sonia" entró a robar a la Sociedad Italiana. Sustrajo celulares, una que otra billetera y algún otro objeto que le llamó la atención. Hurto al mejor estilo rapiña. Tal vez su adicción a las drogas la forzó a delinquir y arriesgó su libertad por un magro botín.
Pero la página más negra que la tuvo como centro de la escena ocurrió en 2010 cuando le asestó 17 puñaladas y 8 golpes en la cabeza con un hierro de 69 centímetros de largo a un artesano que la cortejaba. Fue un asesinato brutal, ocurrido a las 2 de la madrugada del domingo 12 de mayo en una casa modesta del barrio La Palomita Vieja.
Por este crimen, pasó unos pocos años en prisión. Su vida parecía encaminarse. Una nueva oportunidad se le presentaba y parecía que esta vez no la iba a desaprovechar. Estuvo trabajando en el Registro de las Personas donde la recordaban por su afición a escuchar la música de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota a todo volumen. "La Rosarina" pasó las barrera de los 40 y nunca más salió en las páginas policiales. Su última aparición en los medios fue esta vez en los avisos fúnebres. Fue sepultada las 10.30 del lluvioso lunes en el Cementerio Municipal.