Avenida Fernández Beschtedt, sin soluciones a corto plazo

La avenida Fernández Beschtedt se ha convertido en uno de los ingresos más importantes de Luján, especialmente para el tránsito proveniente del Acceso Oeste. A pesar de contar con esa importante categoría, su fisonomía muestra una carpeta asfáltica en pésimas condiciones, con pozos de toda clase y tamaño, desniveles y resabios de arreglos que ya no cumplen ninguna función. La remodelación de las avenidas Constitución y Carlos Pellegrini llevado a cabo a partir de 2012 terminó de sellar la suerte de esa artería debido al incremento del tránsito y al desvío de colectivos y otros rodados de gran porte.
Aunque en algún momento se planteó la posibilidad de lograr la repavimentación total con fondos de la propia empresa que trabajaba en Constitución y Pellegrini, esa alternativa parece definitivamente anulada. Por eso, las soluciones estructurales para Beschtedt no llegarán en el corto plazo. Lo único anunciado consiste en una reparación entre la ex ruta 7 y la calle Zitarrosa, un tramo que decididamente se encuentra intransitable. Para el resto del trayecto no existen soluciones próximas, más que la repetición de los arreglos precarios efectuados en el último tiempo, donde la tierra se destaca como elemento central para tapar pozos, con una duración cercana a un suspiro.
Consultado por este medio, el secretario de Obras y Servicios Públicos, Javier Casset, indicó que la solicitud realizada en su momento a Vialidad Nacional "no fue contestada". Por eso, el funcionario consideró que la posibilidad de arreglar Beschtedt como continuación de los trabajos realizados en Pellegrini "no va a ser factible".
"Mientras tanto lo que estamos haciendo es avanzando para la firma de un convenio con Vialidad Provincial, ya que en Beschtedt se inicia la Ruta Provincial 34. Ese convenio se está elaborando y tiene que ser aprobado por el Concejo Deliberante", adelantó Casset.
De esa manera, la Municipalidad busca avanzar en una iniciativa cuya idea apunta a transformar a Beschtedt en una avenida doble mano, con cantero e iluminación central. Dicha obra debe ser complementada con un colector pluvial que se sume al construido debajo de Carlos Pellegrini y otro cloacal.
"Son tareas previas, que no se ven, pero son las más necesarias. Suman un importante costo, porque se debe hacer el análisis de transitabilidad y también el análisis de la cuenca de desagüe. Hacer el pavimento sin las obras subterráneas no tiene sentido", explicó.
En cuanto al pronunciado deterioro de ese ingreso, Casset recordó que "el pavimento tiene muchos años y fue hecho de manera precaria". A su vez, "la obra de Vialidad Nacional lo que hizo fue perjudicar aún más porque tuvimos muchos desvíos sobre esa calle de colectivos y camiones, a los que se sumaron los inconvenientes generados por la inundación de 2012, con los desvíos que se tuvieron que hacer".

UNA ALTERNATIVA
En cuanto a ingresos y egresos al Acceso Oeste, desde 2006 se baraja la posibilidad de completar el asfaltado de la calle Capitán Luján para que, en articulación con Libertad, se transforme en una vía de circulación de gran caudal.
El año pasado, la iniciativa fue reflotada y se anunció que los trabajos se llevarían a cabo por intermedio de la Cooperativa Eléctrica. Sin embargo, la alternativa fracasó.
Ahora, la Municipalidad asegura que la obra se costeará con dineros del Fondo de Infraestructura y que se pondrá en marcha antes de fin de año. Se trata de un total de seis cuadras cortas.  
"La solución que traería la pavimentación de Capitán Luján sería poder hacer mano única Libertad. De esa manera tendríamos una calle de ingreso y otra de egreso. Tenemos la dificultad de que los frentistas no pueden afrontar el gasto, entonces estamos haciendo los trámites previos. Lo más probable es que se tenga que recurrir al Fondo de Infraestructura", explicó Casset.
El secretario de Obras Públicas expuso, además, que "la obra hay que hacerla de hormigón por el gran caudal de tránsito que va a tener, incluidos colectivos". También en cuestiones técnicas, el funcionario manifestó que, por las dimensiones del trazado, la calle tendrá un ancho de seis metros, uno menos del promedio para este tipo de obras.

Pascual Simone
Aunque fue asfaltada en 2010, la calle Pascual Simone, especialmente en el tramo que atraviesa el barrio Padre Varela, se encuentra en un estado calamitoso. Importante vía de comunicación entre la ruta 5 y Fray Manuel de Torres, el constante tránsito de camiones y un pavimento deficiente no tardaron en mostrar sus consecuencias.
Aunque ya en 2012 se presentaron las primeras comunicaciones en el Concejo Deliberante por el mal estado de esa calle, no se prevé ninguna acción en el corto plazo para revertir la situación.
Según explicó Casset, el seguro de la obra ya está vencido, por lo que la alternativa de reclamar a la empresa que llevó a cabo los trabajos está descartada.
"Lo que pasa es que esa obra no estaba preparada para el tránsito que después tuvo. Se transformó en un camino de circunvalación. La única posibilidad de transitabilidad es que se repavimente con hormigón y cordón cuneta", expuso el funcionario.