Charla sobre el pasado y el presente de Paraguay

Domingo//La actividad se realizó el viernes de la semana pasada en el Centro Cultural José Artigas. Distintos oradores se refirieron a la historia de ese país y al golpe de Estado contra Lugo.

El viernes de la semana pasada, el Centro Cultural José Artigas fue centro de una actividad que recorrió la historia y el presente de Paraguay, a través de las exposiciones de distintos oradores que acercaron un panorama general de ese país, con el eje puesto en el golpe de Estado contra el ex presidente Fernando Lugo y el rol que tuvieron al respecto grandes corporaciones trasnacionales como Monsanto y Cargill.
Martín Arzamendia, poeta y músico, representante del Movimiento Campesino Paraguayo, se refirió a la cultura guaraní desde la conquista española: "A través de mis canciones trato de pincelar lo que es nuestra realidad en el dulce idioma guaraní, que es tan paraguayo como argentino, uruguayo, brasilero y boliviano".
El invitado expresó que la llegada del hombre blanco significó "el sometimiento de los guaraníes, aunque en los libros uno lea el pacto hispano-guaraní, eso es lo que cuenta la historia oficial, pero nosotros tenemos nuestra historia, con una cultura oral por excelencia".
"En 1542, los españoles necesitaban mano de obra, porque no trabajaban, eran vagos, así comenzaron el mestizaje forzoso. Hubo un primer campo de concentración de mujeres, sometidas por los españoles, donde la india Juliana se levantó ante la opresión y mató a su esposo violador. Por eso la mujer guaraní es protagonista de la civilización guaraní y de la civilización paraguaya", expuso Arzamendia.
Como parte de su exposición, indicó que la cultura guaraní se basa en cinco preceptos de vida: no contaminar la tierra, no matar a los de tu cultura, educar a los chicos sabiamente desde su cultura sin maltratarlo, no matar animales en gestación y vivir en absoluta armonía y en absoluta libertad.
"El rescate de nuestra identidad cultural implica rescatar los valores que se le han ocultado a nuestra gente. Para nosotros, las divisiones geopolíticas no sirven para nada, porque Argentina y Paraguay es una misma tierra", agregó.
Otro de los oradores fue Federico Ovejero, hijo de inmigrantes paraguayos y miembro del Movimiento 138. En su reseña histórica, destacó que "Paraguay no es un país industrializado, la economía es la tierra, que a su vez es la base de las relaciones sociales".
"Cuando decimos que en Paraguay el 2 por ciento de la población tiene el 90 por ciento de la tierra, estamos hablando de un proceso de concentración tal que excluye día a día a miles de paraguayos del proceso económico. Es un Estado que día a día echa ciudadanos", planteó en esa ida y vuelta entre el pasado y el presente.
"Tenemos un modelo campesino de hermandad con la tierra y de propiedad colectiva. El modelo de dominación colonial vino a romper eso. Se dio un proceso de concentración y monocultivo a través de la yerba mate, a partir de los intereses de la elite porteña de Buenos Aires", explicó.
Ovejero marcó como quiebre de ese proceso el período abierto por José Gaspar Rodríguez de Francia, principal figura de la independencia paraguaya. Según el expositor, en esa etapa "se atacó a la estructura del latifundio como tal, se buscó la soberanía alimentaria y multiplicidad en la producción". Por eso, Paraguay se transformó "en un mal ejemplo para la América toda", motivando la llamada Guerra de la Triple Alianza, que barrió con las estructuras económicas del país.
Desde entonces, Paraguay transitó el camino de la concentración en la tenencia de la tierra, una problemática que continúa hasta la actualidad. Ovejero marcó que con el golpe de Estado contra Lugo y el posterior ascenso al poder de Horacio Cartes, se profundizó "un modelo antipopular que busca eliminar a su enemigo antagónico que es el campesinado". Al respecto, marcó que "el gobierno de Cartes está llevando a cabo un proceso de destrucción del campesinado como clase, y esto lo realiza a través de las fumigaciones a los poblados, un asesinato lento de miles de campesinos en el campo, o la expulsión de la tierra y también de las personas del Paraguay".
Teófilo Aquino se presentó como "un campesino paraguayo sin tierra y acá en Buenos Aires un obrero sin techo". Consideró que "el golpe de Estado con la exclusión del presidente Lugo fue un golpe más de otros que hemos pasado en la historia como paraguayos".