Estadounidenses sueltos en Jáuregui

La mentada calidez de los argentinos se hace más patente en pueblos chicos, donde las relaciones sociales son más estrechas y la vida institucional convoca a buena parte de sus habitantes. Estas condiciones los convierten en un destino ideal para los extranjeros que desean adentrase en nuestra cultura y conocer íntimamente nuestra forma de vida. En este marco, el hermanamiento de Jáuregui con la ciudad estadounidense de Marshfield permite que adolescentes de ambas localidades puedan realizar viajes de estudios y enriquecerse con los valores del intercambio.
"Empezamos a investigar sobre una ciudad hermana en el año 1996 y en 1999 logramos unir Jáuregui con Marshfield a través de un convenio entre los dos municipios. Fue la plataforma a partir de la cual pudimos llevar adelante los intercambios", explicó a este medio Paola Piovesan, coordinadora del programa Ciudades Hermanas. "Marshfield ya había intentado sin éxito unirse con una ciudad de Santa Fe, y cuando surgió la posibilidad de hacerlo con Jáuregui vino un comité veedor con representantes de distintas instituciones para evaluar las escuelas, las entidades y las actividades que podían hacer los chicos en su tiempo libre. En ese sentido Jáuregui tiene mucho para ofrecer porque somos muy entusiastas de lo institucional, que es parte del legado de nuestros fundadores", completó.
Durante el mes que dura el intercambio, los chicos no sólo asisten al Colegio Inmaculada Concepción y San Luis Gonzaga: "No es un paseo turístico, sino un viaje de estudios. Además de profundizar el manejo del idioma, también colaboran con las clases de inglés (en la academia que dirige Piovesan), ayudándonos a enriquecer lo que aprenden los chicos. Y participan de distintas actividades culturales, deportivas e institucionales. Son embajadores de su pueblo", indicó Piovesan, en tanto expresó que "lo mismo ocurre cuando los chicos de Jáuregui van allá. Es todo un acontecimiento porque ellos le dan mucha importancia al hermanamiento con otras ciudades. Los recibe el intendente y van a programas de televisión".  
Con el advenimiento de las nuevas tecnologías, los viajes pueden prepararse mejor: "Los chicos llegan sabiendo perfectamente dónde van a estar y saben muchas cosas sobre Jáuregui. Un ejemplo de ello es que, apenas bajan del avión, nos dan besos o comparten mates. Saben que es parte de nuestra cultura y se muestran entusiastas por asimilarlo", señaló la coordinadora.
 
OPINIONES
Ratificando las palabras de Piovesan, el grupo de siete jóvenes oriundos de Marshfield se presentó con un beso en la mejilla como lo haría cualquiera de sus compañeros de escuela en Jáuregui. Consultado por este medio acerca de la experiencia de vivir en la localidad, Nathan afirmó que "es genial. Jáuregui es similar a Marshfield porque ambas son ciudades pequeñas. Podemos movernos tranquilos, caminar, pasear. Además, el invierno no es tan frío". Por su parte, Keely opinó que "la gente es muy buena; allá es más fría. Me llevo muy bien con mi familia. Las escuelas también me gustan mucho".
La valoración positiva de los establecimientos educativos también es compartida por Ryan y Emily, quienes además afirmaron que no quieren irse. "La gente es muy amable y es fácil hablar con ellos. La estamos pasando muy bien", señaló por su parte Magui. Por último, Dylan observó similitudes entre nuestra cultura y "la cultura europea", al tiempo que Noah subrayó "la comida y el trato de la gente". "Me dan ganas de seguir viajando y conociendo otros países", agregó el joven de 16 años.
 
VISITA AL INTENDENTE
La semana pasada, la comitiva de estudiantes estadounidenses fue recibida por el intendente municipal Oscar Luciani, quien dialogó con ellos y se interesó por su experiencia. Luego de compartir un desayuno y mirar un video sobre Marshfield, el jefe comunal obsequió a los visitantes un folleto en inglés con la historia de la Virgen de Luján y un CD con fotos de la ciudad y sus localidades.

MARSHFIELD, WISCONSIN
Marshfield está situada en el centro del estado de Wisconsin, no muy lejos de la frontera con Canadá. Según el último censo, realizado en 2012, su población alcanza los 20.000 habitantes. Entre sus actividades económicas se destaca la industria láctea -especialmente la producción de quesos- y las vinculadas al complejo médico St. Joseph Hospital, un centro clínico de alta complejidad de relevancia regional. "De hecho, la mayoría de los padres de los chicos tienen profesiones relacionadas con esta actividad", apuntó Piovesan.