Miércoles//En 1993 se registró la última gran inundación, con un pico máximo de 5,25 metros, apenas por encima de la marca registrada esta semana. En el transcurso de 1985, Luján sufrió dos crecidas que llevaron al río a su máximo nivel histórico, al menos en las últimas cinco décadas.
Las inundaciones en Luján no son un fenómeno nuevo. A lo largo de su historia sufrió en varias oportunidades el avance del río. En los últimos 50 años el cauce salió varias veces de su nivel normal para afectar a distintos puntos del distrito, aunque con intensidades diferentes.
En octubre de 1967, los 232 milímetros caídos en el transcurso de tres días provocaron la evacuación de unas 350 personas, que fueron alojadas en diferentes puntos de la ciudad, entre ellos el Club Santa Elena. En esa oportunidad, el río alcanzó los 5,80 metros.
Durante la década del 80, los problemas provocados por las inundaciones fueron repetidos. En septiembre de 1982, una copiosa lluvia inundó barrios y localidades, con 52 familias evacuadas. El cauce subió 3,90 metros.
En 1984 tuvieron lugar dos inundaciones de considerables proporciones. En marzo, la crecida del río derivó en la evacuación de 401 vecinos, con un pico máximo de 4,84 metros. El Taller Municipal 1 del barrio El Quinto fue la sede del Cuerpo de Bomberos, y los afectados fueron trasladados a Bromatología y después al Hospital Municipal y a la Colonia Cabred. San Fermín, Santa Marta, Playita Elías y la zona del puente De Las Tropas fueron los sectores más afectados. A fines de octubre de ese año, el río volvió a traer complicaciones al subir 4,27 metros.
Sin embargo, lo peor estaba por venir. En 1985 Luján registró dos record históricos, al menos según los datos de los últimos 50 años. En mayo la inundación provocó 4 mil evacuados. EL CIVISMO informaba que "nuestra ciudad ha sufrido la creciente más grande del siglo", y destacaba que desde la ruta 7 hasta la Basílica la postal desbordaba de agua.
"La ciudad se encuentra dividida en dos, prácticamente sin conexión terrestre, al igual que otras localidades del partido. La más trágica inundación de los últimos 50 años. La cantidad de agua fue de 295,4 milímetros, marca récord en el siglo", describía este medio. La marca del río fue de 6,25 metros,
No obstante, en noviembre del mismo año el cauce registró un incremento de 6,40 metros. El distrito contó con 300 evacuados, 6 mil autoevacuados, un total de 19 mil personas afectadas y 160 hectáreas alcanzadas por el agua. Además de las zonas que normalmente padecen el avance del río, esa inundación alcanzó a los barrios San Cayetano, Juan XXIII y San Bernardo.
En octubre de 1986, la crecida hizo subir al río 4,79 metros, como consecuencia de los 213 milímetros caídos, 108 en un solo día. Los evacuados fueron trasladados a los hospitales Cabred y Montes de Oca. Esa inundación coincidió con la tradicional peregrinación juvenil, lo que complicó las evacuaciones, que llegaron a 90, mientras que 3 mil personas abandonaron sus casas.
Dos años después, los 298 milímetros de agua caídos en cuatro días generaron una crecida de 5,52 metros. El descenso del río fue tan lento como había crecido. Se registraron 252 evacuados en el Polideportivo, como así también autoevacuados en el Club Santa Elena y en la sociedad de fomento del barrio Padre Varela.
Después de algunos años de respiro, en octubre de 1991 se registró otra crecida, aunque sensiblemente menor a las anteriores. Esa vez el río trepó hasta los 3,68 metros, suficiente cantidad para anegar Fray Manuel de Torres.
Hasta lo ocurrido esta semana, la última gran inundación había sido la de noviembre de 1993. A un ritmo de 20 centímetros por hora, el río alcanzó los 5,25 metros. Dos años después, en abril de 1995, las aguas alcanzaron un nivel máximo de 4,16 metros. Fueron evacuadas 101 personas en barrios como La Loma, Santa Marta, San Jorge, San Fermín y Padre Varela, mientras que la afectación alcanzó a San Antonio, San Emilio y Los Gallitos.
La década del 90 terminó con una pequeña crecida registrada en febrero de 1998, de apenas 2,50 metros que resultaron suficientes para causar perjuicios menores en distintos vecindarios.
El nuevo siglo mantuvo la tendencia. Hacia mediados de 2000, la inundación fue de 3,95 metros, alcanzados a un ritmo de 3 centímetros por hora, con un total aproximado de 200 evacuados.
Al año siguiente, el río trepó hasta los 4,42 metros. Como dato curioso, los afectados del barrio Ameghino decidieron cortar los accesos a Gaona para reclamar soluciones a través de desagües y otras obras de infraestructura. Meses después una nueva crecida complicó a la ciudad.
En febrero de 2003, un intenso temporal provocó una nueva crecida. Un vecino del barrio El Ceibo murió electrocutado. Además se registraron severos daños en localidades como Olivera, donde la fuerte granizada rompió techos y arruinó cosechas. El río alcanzó los 4,04 metros. Tres años después, en enero de 2006, la caída de 117 milímetros de agua provocó la evacuación de 70 personas y una altura máxima del río de 4,36 metros.